Puede que te hayan dejado un coche en herencia o que estés usando el vehículo de un familiar fallecido sin haber hecho ningún trámite. A simple vista no parece un problema, pero lo cierto es que conducir un coche a nombre de una persona fallecida puede acarrear una multa y otros inconvenientes legales si no se actualiza la documentación a tiempo.
En este artículo explicamos las consecuencias legales de circular con un coche cuyo titular ha fallecido, las situaciones más comunes en las que esto ocurre y cómo regularizar la situación correctamente.
Qué dice la ley sobre la titularidad tras el fallecimiento
Cuando una persona fallece, todos sus bienes, incluido su vehículo, pasan a formar parte de la herencia. Según el Reglamento General de Vehículos, los herederos están obligados a notificar el fallecimiento del titular a la Jefatura de Tráfico en un plazo máximo de 90 días.
Hasta que no se realice el cambio de titularidad, no se puede conducir legalmente el coche, aunque seas heredero directo. La DGT considera que, mientras el vehículo siga registrado a nombre del fallecido, su uso puede implicar responsabilidades administrativas y penales.

Consecuencias de no cambiar la titularidad
Conducir un coche sin haber completado el trámite puede generar complicaciones que van más allá de una simple sanción económica.
Multas por no comunicar el cambio
Si los agentes de tráfico detectan que el coche sigue a nombre del fallecido, pueden imponer una multa administrativa por incumplimiento del deber de notificación, que puede rondar los 200 euros. Además, si se detecta que el coche está circulando con un seguro o ITV caducados por esta causa, las sanciones se agravan.
Problemas con el seguro
Uno de los errores más comunes es pensar que mientras el coche tenga seguro en vigor no hay problema. Pero si el seguro está a nombre de una persona fallecida, la póliza no tiene validez legal. Si ocurre un accidente:
- La aseguradora puede no cubrir los daños.
- Pueden retener indemnizaciones hasta que se acredite la titularidad del nuevo beneficiario.
- Existe el riesgo de quedar sin cobertura legal ante terceros.

Bloqueo de trámites y retirada del coche
Si la grúa se lleva el coche a un depósito, será muy complicado recuperarlo sin los documentos actualizados. No podrás justificar la titularidad, y el proceso para recuperarlo se alargará hasta que completes todos los trámites de herencia y cambio de nombre.
Además, no se puede vender ni transferir el coche sin un permiso de circulación actualizado.
Cómo regularizar la situación para no tener problemas
Para evitar problemas legales y posibles multas, hay que seguir estos pasos:
Paso 1: Notificar el fallecimiento a Tráfico
- Acude a la DGT o haz el trámite online.
- Presenta el certificado de defunción.
- Adjunta la declaración de herederos o testamento, y el documento de aceptación de herencia.
Paso 2: Solicitar el nuevo permiso de circulación
- La DGT emitirá un permiso a nombre del heredero adjudicatario.
- Se debe aportar el justificante del pago del Impuesto de Sucesiones.
Paso 3: Actualizar el seguro
- Informa a la aseguradora del fallecimiento del titular.
- La compañía puede modificar la póliza o emitir una nueva.
- Hasta entonces, no debe circularse con el vehículo.

Recibir una multa por conducir un coche a nombre de un fallecido es más común de lo que parece, y las consecuencias pueden ser graves si no se actúa con rapidez. Aunque sea un vehículo heredado o prestado, no puedes circular con él hasta completar los trámites legales de titularidad.
Evita sanciones, bloqueos del seguro y problemas con la DGT, regularizando la situación lo antes posible. Si tienes dudas, acude a un gestor especializado que pueda ayudarte a realizar los trámites correctamente y evitar complicaciones futuras.