En pleno debate sobre la viabilidad o no de las autopistas de peaje en España, un informe elaborado por el Servei Catalá de Tránsit (el SCT que tiene las competencias del tráfico en Cataluña en lugar de la DGT) advierte de las consecuencias no previstas que puede tener esta nueva vía de actuación. El calendario del Gobierno prevé liberalizar más de 15 autopistas de peaje en nuestro país en los próximos años según vayan finalizando sus concesiones… aunque en el País Vasco ya han confirmado que tanto la AP-68 como la AP-8, que pasarán a ser de titularidad autonómica y no estatal a partir de noviembre de 2026, seguirán apostando a modelos de pago.
Esta confirmación la anunció ayer la Diputación de Vizcaya, alegando problemas para el mantenimiento de las vías y la redistribución del tráfico, dos factores que ahora pueden abrir un nuevo foco de debate tras los informes conocidos en la AP-7. Porque, de hecho, el propio Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que dirige Óscar Puente ya ha iniciado también los trámites para que la AP-6 y sus ramales AP-61 y AP-51 pasen a ser gratuitas a partir de 2029, pidiendo un informe preliminar que ha adjudicado a la consultora LRA, y que podría ahora verse comprometido con los datos conocidos en Cataluña.
Los accidentes aumentan un 28% en la AP-7 desde que es gratis... aunque son menos graves
Y es que el primer balance de la AP-7 elaborado por el SCT catalán advierte de consecuencias en la autopista tras pasar a ser gratuita a partir de 2020 y con el fin de la pandemia del Covid. La primera de ellas apunta a que los accidentes de tráfico, por ejemplo, se han incrementado hasta en un 28 por ciento entre La Sénia y La Jonquera en los últimos tres años, al contabilizar ya un total de 462 siniestros con heridos entre enero y agosto de este 2024, y respecto a los últimos datos conocidos de los 8 primeros meses de 2019, cuando aún era de pago este tramo.

El SCT informa a través de los datos que publica en el Portal de la Transparencia de que la siniestralidad en esta vía va en claro aumento, incluso con un incremento del 3 por ciento también respecto al mismo período del año anterior, ya sin peajes también. Eso sí, los accidentes son menos graves también, ya que las víctimas mortales registradas en la AP-7 se contabilizan en este año en 3, muy por debajo de los 9 fallecimientos en 2019 o los 11 del pasado año 2023.
Si el número de accidentes con víctimas de cualquier gravedad en la autopista AP-7 era de 370 en los 8 primeros meses de 2019, cuando había peajes, tras la pandemia y con la recuperación de la movilidad, ya en 2022 y siendo gratuita el número subió hasta los 451 siniestros. En 2023 se registraron 457 accidentes y este 2024, como hemos avanzado, contabiliza hasta el momento un total de 466 siniestros con víctimas de cualquier índole.
Las retenciones y atascos también aumentan casi un 50% con el fin de los peajes
Pero no solo la siniestralidad ha aumentado en la AP-7 con el fin de los peajes. También las retenciones se han incrementado notablemente, alcanzando desde las 3.776 horas de atascos y caravanas en el año 2019, a las 5.918 horas en 2022 y las 6.473 horas en 2023. Las previsiones para este nuevo 2024 son incluso mucho peores, ya que solo entre enero y agosto de este año se contabilizan ya 5.622 horas de retenciones, acercándonos ya a las cifras anteriores y con muchos meses aún por delante.
Comparados con los primeros meses de 2019, el SCT calcula ahora que las retenciones y atascos han aumentado en casi un 50 por ciento en la AP-7 una vez se han eliminado las barreras y la autopista ha pasado a ser gratuita.

La C-33, igualmente afectada como la AP-7 por las mismas consecuencias
Obviamente, el Servei Catalá de Tránsit atribuye todas estas cifras al aumento del tráfico y la movilidad en una autopista que, al pasar a ser gratuita, ha recibido en los últimos años a un numeroso grupo de conductores que anteriormente elegían otras vías alternativas para no tener que pagar lógicamente tantos peajes diarios. Para el SCT, esta realidad está “afectando especialmente” tanto a la AP-7 como a la C-33, otra vía que se encuentra en la misma situación tras haber eliminado sus peajes.
Eso sí, tal y como se ha podido ver, el SCT también quiere incidir en que los accidentes que se provocan en estas autopistas y vías rápidas “son menos graves que si ocurrieran en alguna de las vías alternativas”.