Jarro de agua fría para los conductores, especialmente para los residentes en el País Vasco. Si ayer ya te avanzamos que la próxima autopista de peaje que iba a concluir su concesión seguiría siendo de pago, hoy podemos ya confirmarte que a falta de una, serán dos. De este modo el Gobierno central no podrá ejecutar su plan de eliminar los peajes de todas las autopistas de pago según concluyan sus contratos con las concesionarias, tal y como venía haciendo en los últimos años y había prometido a lo largo de dos legislaturas.
Y es que las autopistas de peaje que iban a concluir sus concesiones en noviembre de 2026 y que, por tanto, estaba previsto que pasaran a ser ya gratuitas a partir de esa fecha tal y como ha ocurrido hasta ahora con las vías AP-2, AP-1 y con distintos tramos de la AP-7, no pasarán a ser de titularidad estatal, sino que pertenecerán ya a distintas diputaciones del País Vasco, quienes han confirmado directamente que seguirán apostando a un nuevo modelo público de peaje.
"Es necesario tener un peaje o pago por uso"
Así lo ha confirmado en las últimas horas el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de Vizcaya, Carlos Alzaga, en declaraciones al diario Deia. El responsable de la diputación vasca ha asegurado que “no tengo motivos para pensar que va a ser gratis la autopista porque es necesario tener un peaje o un pago por uso para poder llevar a cabo el mantenimiento de la vía o mantener la redistribución de tráficos por el territorio, entre otras razones”.

Alzaga ha subrayado que la fórmula de pago va a prevalecer, justificando el sistema de cobro en el carácter transeuropeo que tiene por ejemplo la autopista AP-68, que conecta el norte de Europa con España y también con Portugal. Además, el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de Vizcaya apuesta por el carácter social de esta medida, ya que “todo lo que se ingresa, el 100%, revierte en las propias infraestructuras viarias por ley, para mejoras de la propia red”.
Los peajes públicos liberan presupuestos para otros temas sociales o de servicios
La modalidad de pago elegida por tanto cuando en el plazo justo de dos años concluya la actual concesión con la sociedad Avasa será la de peajes públicos, un escenario que, según Carlos Alzaga, “permite liberar presupuestos de la Diputación para otros temas, que pueden ser sociales o de servicios, además de gestionar las carreteras sin peajes, que también tenemos que mantener todo el año”.
La AP-68, también conocida como autopista Vasco-Aragonesa, pasará así a ser de titularidad de la Diputación de Vizcaya, en su recorrido por este territorio, y de la Diputación de Álava, en su último recorrido por la comunidad antes de iniciar su conexión ya por Aragón hacia Zaragoza, donde la infraestructura ya revertirá al Estado. Ambas diputaciones, por tanto, ya vienen trabajando desde hace meses en la próxima titularidad de esta autopista a su paso por el País Vasco, con el objetivo de avanzar en una postura conjunta que será probablemente de pago, tal y como ha confirmado Carlos Alzaga.

Actualmente, la AP-68 tiene el doble de kilómetros en su tramo alavés, respecto al vizcaíno, y la Diputación Alavesa ya ha asegurado también que tiene encargado un nuevo estudio para establecer las alternativas tecnológicas que se pueden poner en marcha en la vía cuando pase a ser de su competencia en apenas dos años. Aun así, en este sentido, el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de Vizcaya ha matizado que “el futuro modelo de explotación no va a variar mucho, en principio, del actual que tenemos de la AP-8 entre Bizkaia y Gipuzkoa”. Es decir, se abogará también por peajes públicos subvencionados para poder aplicar diferentes ayudas forales para abaratar el coste de los viajes en función al número de recorridos y a un tope de circulaciones.
La AP-8 también finaliza su concesión en 2026 y seguirá siendo de pago
Sin embargo, la AP-8 no solo va a servir de ejemplo en modalidad de pago en su tramo actual de peaje en la Variante Sur Metropolitana y los túneles de Artxanda, sino que la propia autopista seguirá los pasos de la AP-68 y finalizará también en noviembre de 2026 su actual contrato de gestión con Interbiak para pasar a ser ya ambas gestionadas públicamente del mismo modo.
“Es una coincidencia temporal buscada, precisamente para dar un mismo tratamiento a ambas autopistas”, ha desvelado en Deia el diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial. El modelo de pago parece por tanto que se confirmará en dos nuevas autopistas que pasarán a contar con nuevos peajes públicos.