Puede que alguna vez te hayas preguntado qué es gasolina catalizada, y la respuesta es más sencilla de lo que parece. No se trata de un combustible especial, sino de la gasolina sin plomo que deben utilizar los vehículos equipados con catalizador. Desde finales de los años 80, esta combinación se ha convertido en un estándar obligatorio para garantizar un funcionamiento adecuado del motor y reducir contaminantes.
El uso del catalizador unido a la gasolina sin plomo marcó un antes y un después en la industria. Desde entonces, su presencia ha sido fundamental para cumplir normativas ambientales, mejorar el rendimiento del motor y prolongar su vida útil. La introducción de estos sistemas forma parte del cambio hacia una movilidad más limpia, que también abarca nuevas categorías de vehículos.
La función de la gasolina catalizada
Cuando hablamos de gasolina catalizada nos referimos a la gasolina sin plomo que utilizan los vehículos equipados con catalizador. La eliminación del plomo en la gasolina permitió que estos dispositivos trabajaran correctamente, ya que el plomo daña el catalizador e inutiliza sus propiedades químicas.
El catalizador convierte los gases contaminantes generados durante la combustión en otros menos perjudiciales. Para lograrlo, emplea materiales como platino, paladio y rodio, capaces de iniciar reacciones químicas que reducen monóxido de carbono, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno.
Evolución y obligatoriedad del catalizador
El catalizador empezó a implantarse a finales de los años 80. En 1989 pasó a ser obligatorio en vehículos de gasolina con motores de más de dos litros y, desde 1993, en todos los coches de gasolina.
Para los diésel, la obligatoriedad llegó en 1997, con la introducción de catalizadores de oxidación y, posteriormente, sistemas adicionales como los filtros de partículas.
Estas exigencias formaron parte de las medidas adoptadas para reducir emisiones, del mismo modo que hoy la electrificación o los híbridos están ganando presencia, como puedes ver en esta comparativa de coches híbridos por calidad-precio.
Cómo funciona el catalizador en la práctica
El catalizador necesita alcanzar temperaturas entre 400 y 800 grados para ser eficaz. En trayectos urbanos muy cortos el motor no siempre llega a esa temperatura, por lo que el sistema no trabaja al máximo y la contaminación puede aumentar.
Además, incorpora un sensor lambda, que mide el oxígeno presente en los gases de escape. Con esa información, la centralita ajusta la mezcla aire–combustible para optimizar consumo y emisiones. Este equilibrio es esencial para que el catalizador funcione y el coche rinda como debe.
Consecuencias de suprimir el catalizador
Algunos conductores eliminan el catalizador buscando más sonido o una pequeña mejora de potencia. Sin embargo, además de ser ilegal, tiene efectos negativos importantes:
- Aumento drástico de emisiones de CO, NOx e hidrocarburos.
- Sanción en ITV y multas administrativas.
- Deterioro del rendimiento del motor a medio plazo.
Los síntomas de un catalizador en mal estado incluyen humo oscuro, reducción de potencia, vibraciones o dificultad al arrancar. En estos casos, es necesario sustituirlo. El precio ronda 500 € para un catalizador original y entre 80 y 120 € para modelos universales, aunque estos últimos suelen durar menos. Cualquier recambio debe cumplir la normativa para superar la ITV.
Impacto ambiental y conciencia del conductor
La gasolina sin plomo y los catalizadores han reducido notablemente las emisiones de los motores térmicos. Aun así, su eficacia depende del cuidado que el conductor haga del vehículo: usar siempre la gasolina adecuada, revisar el sistema de escape y atender rápidamente los fallos.
Una mala práctica, como circular con un catalizador averiado, puede aumentar la contaminación de forma significativa. También conviene recordar que, aunque los coches térmicos han mejorado, alternativas como los eléctricos siguen avanzando, como ocurre en esta comparativa de coches eléctricos actuales.
La gasolina catalizada como compromiso ecológico
Usar gasolina catalizada no es solo cumplir la normativa: es una decisión responsable para proteger el catalizador, reducir emisiones y asegurar un funcionamiento adecuado del motor. Eliminarlo para ganar un sonido más deportivo, además de ilegal, perjudica la calidad del aire y puede dañar el propio vehículo.
En una transición hacia una movilidad más limpia, el catalizador sigue siendo un elemento clave para que los coches de combustión mantengan emisiones más bajas mientras la electrificación se abre camino.
Gasolina catalizada y catalizador (Tabla resumen)
Elemento |
Función |
Relevancia |
|---|---|---|
| Gasolina sin plomo | Evitar que el plomo destruya el catalizador | Obligatoria desde los 90 |
| Catalizador | Reducir CO, NOx e hidrocarburos | Requisito legal para aprobar ITV |
| Sensor lambda | Ajustar mezcla aire–combustible | Mejora consumo y emisiones |
| Temperatura ideal | 400–800 ºC para máxima eficacia | Trayectos cortos reducen rendimiento |
| Precio de sustitución | 80–500 € según tipo | Universal dura menos |
| Riesgo de quitarlo | Multas, fallo en ITV y más contaminación | Ilegal y perjudicial para el motor |
FAQs sobre gasolina catalizada
¿La gasolina catalizada es diferente a la gasolina sin plomo?
No. Es la misma gasolina sin plomo que usan los coches con catalizador.
¿Qué ocurre si uso gasolina inadecuada?
Puede dañar el catalizador, aumentar emisiones y provocar fallos de motor.
¿Por qué es obligatorio el catalizador?
Porque reduce gases nocivos y permite cumplir las normas europeas de emisiones.
¿Cuánto dura un catalizador?
Suele durar entre 80.000 y 150.000 km, según el uso, el mantenimiento y la calidad del combustible.
