El debate continúa y, mientras el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo no terminen de ratificar o puntualizar la propuesta elevada ya por la Comisión Europea, seguirá. Porque sí, definitivamente se va a levantar la prohibición de venta de los vehículos de combustión inicialmente acordada para 2035, pero el panorama para los coches diésel, gasolina e híbridos no va a ser mucho mejor de lo esperado.
Ayer te lo advertimos: la reducción de emisiones de CO2, propuesta al 90% respecto a 2021, va a significar que los motores térmicos en la práctica deberán desaparecer, como ya está ocurriendo, de los catálogos de los fabricantes, para cumplir con los objetivos. Y los pocos vehículos que entonces se vendan, serán de nicho y muy caros. Es lo que hay.
Pero, aún consciente de ello, la medida del fin de la prohibición, ¿podemos considerarla eficaz? ¿A quién beneficia realmente? Ayer también te contamos que, además obviamente de las asociaciones de ecologistas, España ha sido muy crítica, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, calificándola de “error histórico”. Pero incluso desde Alemania, el país que más ha trabajado para lograr esta eliminación, las voces críticas también se están sucediendo.
La Asociación alemana de la Industria del Automóvil califica la medida de "fatal"
En concreto, la importante Asociación Alemana de la Industria Automovilística (VDA) ha emitido oficialmente un comunicado en las últimas horas, considerando la propuesta de la Comisión Europea como “ineficaz” y atacando la eliminación progresiva de los motores de combustión interna. Su propia presidenta, Hildegard Müller, califica el paquete en su conjunto de “fatal”.
La VDA ha subrayado que, en su forma actual, esta nueva propuesta “no es más que palabrería”, ya que aseguran que la apertura tecnológica impulsada desde Bruselas está plagada en realidad de tantos obstáculos que corre el riesgo de resultar ineficaz en la práctica.
Hildegard Müller ha mostrado su preocupación especialmente por unas medidas destinadas a compensar la relajación del 10% del objetivo de reducción de CO₂ y que considera que no tiene nada que ver con la esencia de la industria. La presidente de la asociación cargó también contra el acero verde y los combustibles renovables como propuesta de compensación por las emisiones restantes de los vehículos, asegurando que “su disponibilidad escapa a nuestro control”. Por lo tanto, la industria depende de desarrollos en los que no puede influir.
Müller insta ahora al Parlamento Europeo y a los Estados miembros a modificar decisivamente la propuesta de la Comisión en las próximas negociaciones, e incluso califica el paquete general para abandonar la llamada eliminación gradual de los motores de combustión como "fatal" en tiempos de creciente competencia internacional.
Enfrentamiento entre el VDA y el Gobierno de Alemania
Por lo tanto, el VDA en su comunicado pide abiertamente a la UE que modifique decisivamente la propuesta de la Comisión Europea en las próximas negociaciones, enfrentándose así al canciller Friedrich Merz, líder de la CDU, que había exigido previamente en una carta a la Comisión que abandonara el plan de eliminación gradual de los motores de combustión y que ha acogido por supuesto con satisfacción la propuesta, al asegurar que “es positivo que la Comisión abra ahora la regulación en el sector de la automoción tras la clara señal del Gobierno alemán”.
El propio Canciller de Alemania ha subrayado, en declaraciones al diario Bild, que “una mayor apertura tecnológica y una mayor flexibilidad son los pasos correctos para conciliar mejor los objetivos climáticos, las realidades del mercado, las empresas y el empleo”. Sin embargo, Merz también ha afirmado que el Gobierno alemán debe ahora examinar en detalle las extensas propuestas de la Comisión, esperando también que las nuevas regulaciones no supongan un aumento de la burocracia.









