Los coches gasolina y diésel sufrirán una subida en sus precios los próximos meses debido a las políticas medioambientales de la Unión Europea. A ello habría que sumarle que, el propio combustible tras la última bajada podría tener un aumento de cara a verano.
¿Por qué?
Esto es debido principalmente a la normativa Euro 7, que entrará en vigor en 2025 opara coches y furgonetas a partir de 2025 y hará lo propio con los autobuses y camiones en 2027. Se trata de la actualización de la actual Euro 6.
Todo esto supone que las marcas deban hacer un importante desarrollo en i+D de cara a producir sus coches dentro del marco legal de las emisiones medias marcadas por la Unión Europea con esta nueva normativa medioambiental.

Este aumento en costes de las marcas se verá directamente reflejado en el comprador, que deberá pagar aún más precio por adquirir un coche de combustión con el objetivo de que las marcas sigan ganando dinero.
¿De cuánto estamos hablando?
Según el informe publicado por la Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles, la ACEA, calcula que dicho aumento en los costes de producción se situará de cuatro a once veces lo que había (mal) estimado la Unión Europea. Si bien este organismo había calculado que los costes oscilarían alrededor de los 184 euros por cada coche de gasolina, finalmente estarán cerca de los 2.000. Por su parte los diésel habían recibido una estimación de 446 euros de aumento en el coste de producción, sin embargo, superará la barrera de los 2.500.
Un paso más cerca de ser un artículo de lujo
Es irónico esto de las normativas, porque mientras nos piden que apostemos por opciones más respetuosas por el medioambiente, nos las encarecen día tras día. Los coches eléctricos, incluyendo los más baratos no son asequibles para muchos bolsillos y por su parte, los de combustión están cada día más limitados por las normativas y también más caros. A su vez, en nuestro país recibimos muy poca ayuda y muy pocos alicientes para lanzarnos a por un coche EV con el que no podríamos completar un viaje Madrid – Cádiz al no disponer de infraestructuras lo suficientemente potentes y respaldadas por el Gobierno, que se encuentran a años luz del resto de la Unión Europea.
Esto va en camino de que el coche se convierta en un artículo de lujo al que pocos podrán acceder, como posaba en los inicios del siglo pasado.