En muchas ocasiones los amantes de los coches eléctricos nos tachan a los periodistas de ir en contra de este tipo de movilidad, pero por desgracia los datos son un hecho irrefutable. Y a través de un informe realizado por Europa Press vamos a repasar como la mayoría de los grandes grupos automovilísticos están empezando a ralentizar el lanzamiento de nuevos modelos “a pilas” y tratando de alagar los actuales con motores híbridos mucho más eficientes.
El primer ejemplo que podremos extraer del informe tiene como protagonistas tanto a Renault como Volkswagen. Ambas marcas tenían proyectado a principios de este mismo año sacar a Bolsa sus divisiones de vehículos eléctricos, pero finalmente no se hizo. Los franceses reconocen a la agencia de noticias que “el eléctrico no es rentable todavía”, mientras que los alemanes no terminan de concretar la llegada de ese eléctrico barato que ahora se espera para el 2027.

Dentro del Grupo Volkswagen otras marcas como Porsche ya están empezando a deslizar que el objetivo marcado para el 2030 de vender el 80% de su gama en formato eléctrico va a ser difícil y que se conseguirá a lo largo de esa década, pero ya sin fijar una fecha. Mientras tanto en Audi han decidido cerrar la planta de Bruselas (Bélgica) que es donde se producía el Q8 e-tron al que no se le augura un buen futuro.
Otro de los grandes actores dentro del escenario automovilístico es Stellantis. Los neerlandeses disminuyeron en Italia la producción un 36% en el primer semestre del año. En concreto la perjudicada ha sido la planta de Mirafiori en Turín, desde donde sale el Fiat 500e, cuya línea lleva parada desde el pasado 15 de julio y se mantendrá así hasta la misma fecha de agosto.

Que decir de Mercedes-Benz, que no termina de arrancar con su gama EQ. Por ello, en la última Junta General de Accionistas el director general, Ola Källenius, declaró que "continuaremos fabricando vehículos híbridos y con motor de combustión hasta bien entrada la década de 2030 si existe la demanda".
Los aranceles están siendo otro de los motivos que puedan provocar un descenso en la demanda de los coches eléctricos en los próximos meses. A los problemas que se encontrarán las firmas que fabriquen en suelo chino, independientemente de su origen, en Europa se suman también los aplicados por Estados Unidos, que por ejemplo han provocado que Volvo haya atrasado el lanzamiento de su último EX30 allí.

Quiebras alrededor del coche eléctrico
La falta de una gran demanda de coches eléctricos, o al menos de la esperada por los grandes fabricantes del automóvil, está provocando las primeras quiebras. La marca americana Fisker, nacida para ser la gran rival de Tesla, está vendiendo activos para restructurar su deuda e incluso vende su último modelo, el Ocean, con un 200% de descuento para acabar cuanto antes con sus existencias, según Europa Press.
Otros que están pasando por grandes apuros son Northvolt, empresa dedicada a la fabricación de baterías, que cerró el último año con unas pérdidas de 930 millones de euros. Esto ha hecho que perdiera por el camino a grandes clientes como BMW o Scania, además de recibir muchas quejas por parte de Volkswagen por problemas de retrasos o de calidad de las pilas. A esta se suma Automative Cells Company (ACC), compañía en la que participan Stellantis, Mercedes-Benz y TotalEnergies, que ha anulado la construcción de dos gigafactorías en suelo europeo.