El último ejemplo de las incongruencias del sistema de clasificación supuestamente ambiental de las etiquetas de la DGT lo hemos visto esta misma mañana: BMW anuncia un nuevo M5, con un motor V8 gasolina, 727 CV… y etiqueta 0 Emisiones de la DGT, para no tener ningún tipo de restricción circulatoria. La explicación, como sucede en muchos coches híbridos enchufables de altísima cilindrada, es que homologa 69 kilómetros de autonomía 100% eléctrica, aunque la mayoría del tiempo circule en gasolina y gastando más de 10 l/100 km de media. Hecha la ley, hecha la trampa.
Para evitar estas realidades que vive el mercado, la OCU ha pedido ya urgentemente a la DGT la revisión del sistema de etiquetas, con el objetivo de que se realice una nueva clasificación ya en función a las emisiones reales y no a la tipología del motor. Al mismo tiempo pide más medidas para garantizar la movilidad a los colectivos más vulnerables, que se están ya viendo especialmente afectados por las restricciones de las Zonas de Bajas Emisiones.

Las etiquetas de la DGT, poco realistas con la contaminación real de los coches
Creadas hace 10 años, a medida que la tecnología de los coches ha aumentado y han aparecido nuevos sistemas de propulsión, las etiquetas de la DGT se han mostrado menos realistas con la realidad contaminante de los vehículos. Al condicionar además las prohibiciones de circulación de las ZBE, se ha convertido igualmente en un factor discriminatorio, en el que las rentas más altas se benefician de la normativa, “comprando” su derecho de movilidad.
La OCU lleva así tiempo exigiendo que este etiquetado se base en la contaminación real de los vehículos y no en el tipo de motor, demostrando que se dan situaciones como las de un Mercedes GLS 600 4 Matic Mild Hybrid con 13,9 l/100 km de consumo medio y etiqueta ECO, de un BMW X5 M Mild Hybrid con 12,9 l/100 km y etiqueta ECO, o de un Mercedes-AMG S 63 E híbrido enchufable con consumos homologados de 4,4 l/100 km y de más de 12 l/100 km real, con etiqueta Cero Emisiones. En el lado contrario, la OCU pone como ejemplos coches populares como un Toyota Aygo X Cross de gasolina con solo 4,8 l/100 km de media y etiqueta C, con restricciones.

Por eso, y ante la inacción de la DGT, la OCU exige hoy la revisión inmediata del sistema de etiquetas y abre una campaña a la que se puede adherir cualquier ciudadano bajo el lema, “Etiquetas DGT justas, ¡ya!”. La organización de consumidores considera que en realidad son una licencia actual para circular que en ocasiones termina siendo una licencia para contaminar.
La DGT confirma que el sistema de etiquetas está "en proceso de cambio"
Recientemente la DGT, por boca del propio director general de Tráfico, Pere Navarro, ha confirmado que el sistema de etiquetas está ya en “proceso de cambio”, aunque especificando que “no tiene todavía criterios de evaluación decididos, debido a la disparidad de tecnologías y aspectos a tener en cuenta, como la normativa Euro 7 o la futura nueva Directiva de Calidad del Aire de la UE”. Es decir, se quiere modificar, pero aún no hay proyecto ni fecha definitiva.
“La actualización del sistema vigente de distintivos medioambientales es una de las tareas que se viene estudiando desde hace tiempo con varias opciones identificadas sobre la mesa”, ha concluido Pere Navarro en una intervención hace solo una semana. La prioridad de Tráfico, según ha completado además, será acompañar esta modificación con “una estrategia de comunicación muy amplia con la colaboración de fabricantes e instituciones junto con la DGT, con un período de información de duración suficiente que permita reducir las confusiones”.

La OCU exige más medidas para garantizar la movilidad
Paralelamente a la petición de cambiar las etiquetas, la OCU ha exigido igualmente medidas adicionales para garantizar la movilidad de más usuarios. Entre ellas, figuran promover el renting barato de coches eléctricos, más ayudas a la compra de vehículos de bajas emisiones, extender el Plan Moves a coches de segunda mano con etiqueta Cero Emisiones, ampliar los puntos de carga, promover el transporte público, señalizar mejor las ZBE o construir más párkings disuasorios,