Aunque se encuentre en “la rampa de salida”, las opiniones del todavía consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, siempre tienen mucha importancia dentro de la industria del automóvil. Y aprovechando el marco del Salón de París, el mandatario dio a los periodistas su visión y puso en duda la viabilidad de algunas fábricas de coches en Europa por el crecimiento de la competencia china, como se recoge en Europa Press.
Para Tavares “no se puede descartar nada”, ya que indicó que si los fabricantes chinos consiguen alcanzar una cuota del mercado del 10% en el continente europeo antes de que acabe la campaña actual implicaría que habrían vendido 1,5 millones de coches. Ante eso indicó que “esa cifra correspondería a siete plantas de montaje. Los fabricantes europeos tendrían que cerrarlas o entregárselas a los chinos”. Teniendo en cuenta este último apunte hay que recordar que por ejemplo SAIC ya preguntó a Ford por el alquiler de una parte de la planta de Almussafes para ensamblar los MG, idea que fue denegada por la marca americana.

Por otro lado, Tavares también analizó otro de los temas candentes en la industria como es el de los aranceles. Para él no tendrán un efecto relevante en los fabricantes chinos, pues estos lograrán eludirlos levantando fábricas en Europa. Y añadió “una vez que eso ocurra, no debería sorprendernos que haya que cerrar plantas de producción para reducir el exceso de capacidad exacerbada".
Como recuerdan desde Europa Press, desde Stellantis el pasado mes anunciaron un “profit warning”, que en términos económicos es algo así como una declaración en relación a los riesgos de sus ganancias en un periodo futuro o que no van a ganar todo lo que habían planteado. En concreto las cifras nuevas se mueven entre un 5,5% y un 7%, mientras antes el porcentaje tenía un doble digito. Desde la compañía neerlandesa lo atribuyen a la desaceleración de las ventas en América del Norte y a las dificultades que atraviesa el sector, con los problemas con la demanda de los coches eléctricos.

A esto hay que sumar que se ha programado una reducción de envíos a Norteamérica cifrada en más de 200.000 vehículos para el segundo semestre de 2024, que es el doble de la bajada que se tenía planificada inicialmente, así como un aumento en gastos en incentivos en vehículos del año/modelo 2024 y anteriores, así como ajustes de costes y capacidad.
A esto tenemos que unir las malas noticias que nos llegan desde Volkswagen. La marca alemana se está planteando por primera vez en su historia cerrar alguna de sus plantas en su Alemania natal por el mismo motivo que el defendido por Stellantis. Ahora mismo desde la compañía esperan en los próximos años reducir costes para poder estabilizar el balance y eso pasa por desmantelar fábricas.

El mismo Oliver Blume, consejero delegado de Volkswagen, defendió estas medidas indicando que “unas pocas pérdidas de empleos hoy podrían evitar una tonelada más mañana, por lo que espero que juntos podamos implementar medidas adecuadas para ser más rentables llevando a la marca al lugar donde se merece”.
Aunque así leído parezcan casos lejanos y que casi no tendrían porque afectarnos hay que tener en cuenta que las dos compañías señaladas tienen plantas en nuestro país. En el caso de Stellantis cuentan con tres instalaciones en Vigo, Madrid y Figueruelas (Zaragoza), mientras que Volkswagen tiene una en Landaben (Navarra).