Este debía ser un año feliz y de celebración para Volkswagen. La conocida marca alemana ha preparado numerosos eventos alrededor del 50 aniversario del Golf, uno de sus coches más emblemáticos, pero el anuncio por parte de la marca del cierre de alguna planta en Alemania ha hecho saltar todas las alarmas y los trabajadores han empezado ya a protestar por ello.
En las últimas horas varios medios y agencias de noticias se han hecho eco de unas declaraciones del director financiero del Grupo Volkswagen, Arno Antlitz, realizadas durante una reunión en la sede de la empresa en Wolfsburgo. En ella se encontraban presentes tanto miembros del consejo de administración como trabajadores (se estima que acudieron unos 25.000) y allí al directivo comentó que “Volkswagen solo tiene uno, tal vez dos años para cambiar su rumbo”.

Creo que estos dos anuncios en apenas unos días dejan a las claras el rumbo que va a tomar Volkswagen en los próximos años. Antlitz explicó a los presentes que habían detectado que el mercado europeo se había contraído tras la pandemia y según sus datos era poco probable que volviera a los niveles previos al Covid, según ha publicado la agencia Reuters. Lo que significa que Volkswagen no está perdiendo su poder atractivo para vender coches, sino que en realidad hay menos demanda para todos los fabricantes. Si encima le unimos la baja popularidad del coche eléctrico, los analistas piensan que se venderán medio millón de coches menos por año (el equivalente a dos plantas), por lo que esperan en esos dos años comentados recortar la producción y reducir los costes para poder estabilizar la compañía.
En la reunión también estaba Oliver Blume, consejero delegado de Volkswagen, el cuál recordó a los presentes que “ya no llegan cheques de China”, volviendo a la información de Reuters. La marca alemana está perdiendo la batalla en suelo chino frente a las marcas locales y eso repercute directamente en unos ingresos que antes llegaban a la sede de Wolfsburgo. Además, comentó que “unas pocas pérdidas de empleos hoy podrían evitar una tonelada más mañana, por lo que espero que juntos podamos implementar medidas adecuadas para ser más rentables llevando a la marca al lugar donde se merece”.

Volviendo con Antlitz también trasladó a todos los asistentes a la reunión que “desde hace tiempo que gastamos más dinero en la marca del que ganamos. Esto no puede ir bien a largo plazo. Si seguimos así, no lograremos la transformación. Al mismo tiempo, necesitamos reducir la complejidad de nuestros procesos y aprovechar aún más las sinergias del Grupo”, como recoge la web Motor1.com.
Los sindicatos amenazan con la huelga
En lo que coinciden todas las informaciones sobre la citada reunión es que los trabajadores, como es natural, estaban bastante furiosos tras lo que escucharon de sus directivos. Tanto es así que IG Metall, uno de los sindicatos más numerosos, está empezando a plantear una huelga que se podría dar en el próximo mes de octubre. Y según sus datos podrían participar en ella medio millón de trabajadores si la dirección de Volkswagen no atiende a sus peticiones.

En un artículo publicado por Euronews, la presidenta del sindicato Daniela Cavallo acusó en la reunión al consejo de “no centrarse en el negocio principal y de hacer pagar a los empleados por sus errores”. Además, los representantes de los trabajadores no están de acuerdo con las cifras tan pesimistas que se dieron sobre el futuro del mercado del automóvil, ya que según sus previsiones se crecerá un 7% en los próximos años.
Pese a todo esto, algunos grupos de empleados estarían dispuestos a aceptar una reducción de la jornada laboral a 4 días para necesidades puntuales en las que el Grupo Volkswagen necesitara reducir costes. Hay que recordar que la marca alemana fabricó el último año 9 millones de vehículos, cifra por debajo de los 14 millones que tienen sus instalaciones como capacidad máxima.

El gobierno alemán por ahora no interviene
Esta gran crisis podría afectar a muchos trabajadores alemanes, por lo que la cuestión ha sido trasladada al Gobierno de Olaf Scholz. Uno de sus portavoces ha confirmado ya, según recoge Europa Press, que por ahora “no interferirán en el proceso de negociación ya que esta crisis le corresponde solventarla a la propia empresa”.
Precisamente el gobierno alemán ha vuelto a ser noticia en los últimos días porque ha rescatado las ayudas para las compras de coches eléctricos. Aunque a diferencia de la convocatoria anterior solo estarán disponibles para las empresas, que podrían deducirse hasta un 40% del coste total de la adquisición en la declaración de impuestos.