Las etiquetas ECO y Cero Emisiones de la DGT se han convertido en el bien más preciado por los conductores españoles, debido al auge de las Zonas de Bajas Emisiones en nuestro país. Con la llegada de 2025, hasta más de 150 ciudades tendrán obligatoriamente que contar con estas áreas con restricciones de circulación y, de momento, solo el 22 por ciento las tiene en vigor. Es decir, en pocos meses, las prohibiciones se extenderán por toda España y ya no solo los coches sin etiqueta están siendo afectados, sino también los que disponen de pegatina B e incluso los de la C.
El cambio de etiqueta, por tanto, empieza a ser, más que un interés, una necesidad para la movilidad. Lo más fácil, sí, ya lo sabes: es vender o achatarrar tu vehículo viejo y adquirir uno nuevo de los considerados ecológicos que te permita librar toda restricción actual. Sin embargo, con el precio actual de estos modelos, muchas familias obviamente ni se lo pueden plantear económicamente.
En los últimos días te hemos contado cómo un error de la DGT, que originariamente asignó etiquetas por fecha de matriculación de vehículos, pero no por su normativa de emisiones que cumplían, ha llevado a rectificar a Tráfico, pudiendo cientos de vehículos ahora reclamar su etiqueta C que realmente les corresponde en lugar de la B que tienen hasta ahora. Aquí tienes toda la información si eres un afectado, porque en muchas ciudades esta etiqueta verde es ya también un salvoconducto para no sufrir restricciones.

Qué vehículos pueden ya transformarse a GLP y ganar la etiqueta ECO
Sin embargo, si tu caso no se encuentra en ninguno de los supuestos anteriores, tienes otra opción para poder conseguir ya directamente la etiqueta ECO de la DGT para tu coche, con la que no tendrás ninguna prohibición de acceso a las Zonas de Bajas Emisiones y, además, podrás incluso beneficiarte de descuentos en muchas zonas de aparcamiento reguladas. Nos referimos en este ocasión a un truco que se expande en los últimos meses por España: el de convertir tu vehículo de combustión a GLP.
¿Es legal esta transformación? La respuesta es sí… pero solo en los casos en los que dispongas de un vehículo diésel o gasolina con etiqueta C de la DGT. Es decir, solo lo podrán hacer ya los coches de gasolina matriculados a partir de 2006, que superen la normativa de emisiones EURO 4, 5 o 6, y los vehículos diésel matriculados a partir del año 2015 y que cumplan con la normativa europea EURO 6, es decir, que también cuenten en ambos casos como hemos avanzado con la pegatina C verde en la actualidad.
Esta norma, por tanto, impediría ya a realizar esta transformación a todos los vehículos con etiqueta B y sin etiqueta, que en ningún caso podrían optar a obtener este distintivo ECO a pesar de realizar la conversión. Pero si dispones de uno de los vehículos anteriormente citados, sigue leyendo porque el proceso de cambio no resulta demasiado complicado y en pocos días te permitirá contar con un vehículo con el que circular sin restricciones.

El proceso de transformación a GLP, que no cuesta más de 2.000 €, paso a paso
Lo primero que debes saber es su precio. Aunque este obviamente varía en función al taller en el que decidas realiza la transformación, convertir un coche diésel o gasolina a GLP no debería suponerte más de 1.800 o 2.000 euros. Es el caso claro de coches generalistas y convencionales, un gran vehículo premium o de lujo puede incrementar notablemente estas tarifas, como sucede con cualquier otro servicio o proceso de mantenimiento.
Este desembolso inicial te permitirá contar con la pegatina ECO, en un proceso que debería, primero de todo, llevarte a que un taller especializado sea el que te realice esta conversión con cualquiera de los kits homologados que existen a día de hoy en España. Consulta en Internet y compara precios, porque la oferta cada día es más amplia y variada.
Una vez decidido el taller, en sus instalaciones los mecánicos procederán a colocar primero un depósito específico para gas en el espacio generalmente destinado a la rueda de repuesto, por lo que, eso sí, tendrás que prescindir ya siempre de ella. Toma nota y compra en su lugar un kit antipinchazos mucho más pequeño que te permita salir del paso si tienes la mala suerte de pinchar un día en carretera.

Posteriormente, el taller pasará una vez instalado el depósito a implementar en tu vehículo los sensores de temperatura y de gas, a los que habrá que sumar un inyector encargado de suministrar el gas licuado de petróleo al motor.
A partir de ahí, y una vez que el taller te confirme que el nuevo sistema bi-fuel está en perfecto funcionamiento, deberás llevar ya el vehículo a una ITV para pasar la revisión oportuna, homologar la instalación del kit de GLP en tu coche y, superada, poder disfrutar ya próximamente de la ansiada etiqueta ECO de la DGT, para la que deberás realizar el trámite en la DGT o a través por ejemplo de Correos. Como veis, no es una tarea complicada y tampoco exige un gran desembolso.