Europa sigue mirando al futuro y buscando soluciones para impulsar la movilidad eléctrica antes de que en 2035, tal y como se aprobó ya desde Bruselas, la UE prohíba definitivamente la venta de coches de combustión, que englobará tanto a diésel, como gasolina e incluso híbridos. Entre las medidas que se quieren activar y multiplicar figuran todas aquellas que no solo sirvan para que la población pueda acceder a un tipo de nuevos modelos eléctricos por ahora más caros que los equivalentes de combustión, sino también lógicamente a permitir que los fabricantes no sufran las consecuencias de la caída comercial.
El denominado rénting social emerge así como una gran solución ya a corto plazo. Mediante esta fórmula, desde las autoridades comunitarias se cree que el coche eléctrico podría por fin estar al alcance de millones de personas que hasta ahora no pueden acceder a ellos, constatando un informe de Transport & Environment (T&E) que hasta 3 millones de hogares con rentas bajas o modestas en los 5 países más poblados de la UE (Alemania, España, Francia, Italia y Polonia) podrían beneficiarse de esta medida de aquí a 2032.
Francia lo estrenó y ahora le seguirá Alemania
De momento, Francia ha sido el primer país en anunciar la aplicación de este bono social, que en realidad se encamina a permitir alquilar vehículos eléctricos por debajo de 25.000 € a precios reducidos, desde 100 hasta 215 euros al mes. Esta iniciativa, sin embargo, promete ahora implantarse en otros países de la UE con el objetivo de facilitar la transición a la electromovilidad a millones de hogares que, de otra forma, no podrían por el elevado coste de estos vehículos. Y Alemania va a ser el siguiente.

Así, tal y como informan hoy nuestros compañeros alemanes de Auto Motor Und Sport, el objetivo del SPD es establecer un arrendamiento social para adquirir un coche eléctrico con una cuota de 100 euros al mes para las personas que cumplan los requisitos. De este modo podrían usar un coche eléctrico nuevo durante un plazo mínimo de 3 años, gracias a la financiación por parte del Fondo Europeo para el Clima y el Social (FESC).
Isabel Cademartori, portavoz de política de Transporte del SPD, promueve explícitamente esta fórmula, asegurando que “queremos apoyar especialmente a quienes no pueden permitirse el alto precio de un coche eléctrico”. Para ello consideran ya el modelo francés, mediante un leasing social que en el país galo se introdujo ya a principios de 2024. Allí, los ciudadanos con ingresos anuales inferiores a 15.400 € podían de inicio solicitar contratos de leasing de coches eléctricos subvencionados, pero la demanda fue tan alta que el programa tuvo que suspenderse al poco tiempo y espera ahora reactivarse a finales de septiembre de 2025.
Mientras que Francia financia el modelo con el presupuesto estatal y con una bonificación ambiental, el SPD pretende utilizar en Alemania fondos del KSF (el Fondo Social Federal). Y es que Alemania tiene derecho a un total de aproximadamente 5.300 millones de euros hasta 2032, una cantidad que se complementará con fondos del presupuesto federal. Según documentos de trabajo internos, se podrían destinar hasta 500 millones de euros anuales a este nuevo programa social, con una subvención de unos 10.000 € por vehículo, lo que permitiría un máximo de 300.000 contratos de leasing.

El potencial del renting social, ¿es limitado?
Esto, sin embargo, provocará que el potencial de la medida sea en la práctica eso sí algo limitado. Según un estudio del Öko-Institut, aproximadamente 8 millones de personas en Alemania tienen baja movilidad. Incluso en el mejor de los casos, solo alrededor del 4% de ellas podrían beneficiarse. Por ello, las organizaciones sociales critican el uso previsto de los fondos. Jonas Becker, de la Alianza Climática, afirma por ejemplo que “el arrendamiento social es una buena herramienta, pero el fondo es demasiado pequeño. Si solo se benefician entre 30.000 y 50.000 personas al año, la frustración sigue siendo grande para el resto”.
No obstante, la Asociación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) sigue viendo grandes oportunidades mediante esa fórmula de renting social. La organización señala además los posibles efectos positivos que tendrían en el mercado si muchos coches eléctricos se ponen a la venta como vehículos usados tras el vencimiento del periodo de leasing. En teoría, se prevén hasta 800.000 vehículos.
Para la española Laura Vélez de Mendizábal, experta en electromovilidad de T&E, “el renting social puede hacer realidad coches eléctricos limpios y baratos para millones de personas que, de otro modo, se verían atrapadas en vehículos contaminantes y caros”. Es de esperar que la medida termine también llegando a España en los próximos meses. Os lo contaremos.