La nueva reducción de la jornada laboral aprobada por el Gobierno podría tener un efecto directo en el bolsillo de los conductores: un encarecimiento de las reparaciones en los talleres mecánicos. Según alerta ya un estudio de Solera, compañía tecnológica especializada en el sector de la automoción, los talleres españoles se verán obligados a subir el precio de la mano de obra hasta un 4,6% para mantener su nivel de facturación actual.
La medida forma parte del plan del Ejecutivo para reducir la jornada laboral semanal sin merma salarial, una propuesta que busca mejorar la conciliación y la salud laboral, pero que, según advierten ya algunos sectores, puede tener consecuencias económicas inmediatas para pequeñas empresas y autónomos.
Incremento de la mano de obra de los talleres
El análisis de Solera parte de la siguiente estimación: con un precio medio actual de 45 euros por hora trabajada, los talleres deberán aumentar esta tarifa hasta los 47,15 euros por hora si quieren compensar la reducción de 80 horas anuales que implica el nuevo marco legal, cuya tramitación aún debe ser ratificada por el Congreso de los Diputados.

Desde Solera advierten que "El impacto será especialmente sensible en los talleres independientes y de menor tamaño", ya que, recuerdan, el 100% del sector está compuesto por pequeñas y medianas empresas. De hecho, de los más de 30.000 talleres registrados en España, la media de empleados por centro es de apenas dos técnicos, lo que deja poco margen para absorber pérdidas sin subir precios.
Suben, también, los precios de los recambios
Este incremento en la mano de obra llegaría además en un contexto de alza generalizada de los costes en el sector posventa, especialmente en los precios de los recambios, que ya se han encarecido un 3,4% en lo que va de 2024. Así, los consumidores podrían encontrarse con facturas notablemente más altas tanto por piezas como por tiempo de trabajo.
Algunas asociaciones del sector ya están solicitando medidas compensatorias o ayudas específicas para evitar una pérdida de competitividad, especialmente frente a grandes redes o servicios centralizados que pueden asumir mejor el impacto de los cambios normativos.
El Congreso debatirá próximamente los detalles del nuevo régimen de jornada, que podría comenzar a aplicarse de forma progresiva en los próximos meses. Mientras tanto, los talleres ya hacen sus cuentas para adaptarse a un nuevo escenario que podría poner en riesgo la viabilidad de muchos negocios locales si no se ajustan con rapidez.