Ya queda menos para que se dispute una nueva edición del Rally Dakar (del 2 al 14 de enero de 2022) en Arabia Saudí, lo que significa que queda muy poco para ver en acción a los nuevos prototipos 4x4 en acción. Especialmente a uno de ellos, el Audi RS Q e-tron, que apunta a debutar directamente en la prueba dakariana, sin realizar antes ninguna prueba oficial.
AUTOPISTA tiene la suerte de acompañar casi desde el principio de este proyecto al enorme reto que se puso Audi de cara a este Dakar 2022: debutar con un 4x4 eléctrico de autonomía extendida. Pudimos hablar con los pilotos cuando se dio a conocer la prestigiosa plantilla de Audi para el Dakar y pudimos ver en directo el coche y conocer los secretos de mano de sus responsables.

Hace poco estuvimos con Carlos Sainz, que nos contó sus primeras impresiones al volante del Audi RS Q e-tron. Ahora, es Stéphane Peterhansel quien da su primera valoración tras acumular sus primeros centenares de kilómetros de test en los últimos meses. Con 14 victorias en el Dakar y a punto de comenzar su edición número 34 en el rally raid más duro del planeta, “Monsieur Dakar” nos da las claves en su nueva aventura con Audi.
Peterhansel y el Audi RS Q e-tron: “placer de conducción”
Si hay algo en lo que coinciden especialmente tanto Carlos Sainz como Stéphane Peterhansel en su declaración a los medios es en resaltar las cualidades dinámicas de su nuevo Audi RS Q e-tron. Este eléctrico de autonomía extendida está dotado de dos motores eléctricos para impulsar el vehículo (procedentes de la Fórmula E) y de un motor de gasolina TFSI (del DTM) para recargar las baterías a través de otro motor-generador eléctrico. Tras muchos años conduciendo prototipos con motor térmico, esta es la primera valoración de Peterhansel.

“Lo mejor después de los test hasta ahora ha sido comprobar cómo esta mecánica da al coche un enorme placer de conducción que difícilmente podía creer como posible. Este concepto allana el camino para que las mecánicas eléctricas sean también cada vez más populares en la conducción diaria. En el Audi RS Q e-tron tenemos una enorme cantidad de energía y par disponible en cualquier momento, ningún coche usando motores térmicos pueden proporcionar tanto rendimiento. Gracias a que no tenemos transmisión ni tenemos que cambiar de marcha me puedo centrar completamente en la conducción. Aun así, la acústica dentro del coche sigue siendo un poco rara para mí”.
Eso sí, a diferencia de Carlos Sainz, que se vaticinó a decir que podían pensar en la victoria en su primera participación con Audi en el Dakar, Peterhansel ha sido más precavido: “No haremos ningún rallye antes del Dakar, nos centraremos en el programa de test. Es un gran reto para nuestro debut, lo que significa que tendremos que terminar la prueba tras miles de kilómetros en el desierto sin mayores complicaciones. Si lo gestionamos correctamente, estaré contento conseguir un resultado en el top 5”.
Con Carlos Sainz son ya muchos años de trabajo codo con codo: “Hemos construido una gran relación de mutua confianza después de tantos años. Compartimos muchos puntos de vista y trabajamos juntos muy bien”.

El reto también abarca el desarrollo del coche de la mano del equipo Audi: “Todo el mundo sabe lo que tiene que hacer. Nadie le va a enseñar a Audi sobre cómo desarrollar coches de carreras competitivos. Audi está íntimamente familiarizada con las mecánicas eléctricas de proyectos pasados. Nosotros, los pilotos, sabemos las exigencias del Dakar en materia de chasis, suspensiones y otros componentes. Nuestro consejo general hacia ellos era que la fiabilidad importa más que unas décimas de segundo más. Tenemos, además, a Sven Quandt y su equipo, que ha conseguido un enorme éxito en los raids durante un cuarto de siglo y juntos hemos conseguido tres veces la victoria en el Dakar”.
Para Stéphane Peterhansel serán, con la de 2022, 34 participaciones en el Rally Dakar. El concepto “motivación” parece clave en la gran mayoría de pilotos para que, a su edad, sigan teniendo ganas de volver al desierto a competir al más alto nivel. Pero para “Monsieur Dakar”, de 56 años, no es complicado mentalizarse para ello: “Es simplemente mi pasión. Yo conduzco por el deseo de redescubrir nuestro deporte y las diferentes rutas y paisajes una y otra vez. No necesito motivación extra para regresar al Dakar año tras año”.