La contaminación se ha convertido en el eje central de la movilidad en las grandes ciudades. En Madrid, las batallas por Madrid Central se han sucedido desde su implantación, con reveses judiciales que han puesto en entredicho su aplicación y con un nuevo plan en el horizonte que espera continuar con los pasos ya dados en materia restrictiva.
Sin embargo, hasta ahora se ha acusado a los diferentes gobiernos de aplicar estas medidas con argumentos basados en generalidades, utilizando las etiquetas de la DGT para establecer grupos y seleccionar quién podrá pasar al centro de Madrid, quién tendrá la obligación de estacionar en un aparcamiento y, en los próximos años, quiénes tendrán prohibido, incluso, moverse por cualquier calle de la capital.
Para tener una mejor fotografía de la contaminación de la ciudad y controlar con mayor precisión a los vehículos más contaminantes, el consistorio ya ha puesto en marcha en fase de pruebas un radar de contaminación. Este aparato es capaz de detectar mediante infrarrojos las partículas contaminantes expulsadas a la atmósfera por cada vehículo y cotejar su información con la DGT para, a continuación, mostrar en una pantalla al conductor si la contaminación de su coche es baja, media o alta.
El objetivo, según el Ayuntamiento, es tener una idea aproximada de qué vehículos circulan por las calles de la capital y así aplicar en el futuro medidas anticontaminación más concretas. De los primeros resultados se desprende que durante mes y medio apenas el 4,7 por ciento de la circulación la han protagonizado vehículos sin pegatina y que, sin embargo, el 29 por ciento de las partículas contaminantes eran expulsadas por estos automóviles.
Además, con este sistema se pretende recuperar la idea inicial ya contemplada hace casi dos años, primera vez en la que vimos este tipo de radares en Madrid. Una de las ventajas de este nuevo aparato de medición de las emisiones es que puede comprobar si los niveles contaminantes del automóvil son los esperados para su normativa y, en caso de superarlos, se podrá enviar una carta informativa al conductor que le obligará a pasar la ITV y, por tanto, volverse a someter a la prueba de medición de gases. Otra manera de fomentar el buen mantenimiento de los vehículos.
