De los helicópteros Pegasus a los drones. La DGT parece girar su estrategia aérea en el control de las carreteras, dando prioridad en los próximos meses a los drones de vigilancia. El propio Director General de Tráfico, Pere Navarro, aseguró hace unos días en una Comisión de Interior en el Congreso que su organismo no solo sumaría otros 75 radares en 2021, sino que además añadiría otros 28 drones a la flota de control.
De estos nuevos 28 drones, la DGT ha asegurado que 8 se dedicarán a labores formativas y 20 serán utilizados para controlar y vigilar el tráfico. Todos estos aparatos se sumarán a los 11 de los que ya dispone actualmente, de los que el propio departamento asegura que 3 de ellos ya tienen capacidad de denuncia, no solo de vigilancia y control.
Pues bien, no sabemos si con capacidad de denunciar, o solo de vigilancia, pero SocialDrive, una aplicación que puedes descargarte para iOS y Android, ya ha descubierto en las últimas horas cómo sobrevuela un aparato de este tipo en las carreteras. En concreto, el dron localizado por un usuario de la plataforma sobrevolaba una carretera de la Comunidad de Madrid, ubicada entre Aldea del Fresno y Méntrida, a la altura de Puente Villa del Prado. En el vídeo puedes verlo.
Qué drones usa la DGT y cómo multan
Actualmente la DGT tiene en su flota dos tipos de drones. Unos del tipo Matrice 200, que pesan 6,2 kg cada uno de color negro, y otros modelos Phantom, mucho más ligeros (1,8 kg) y de color blanco. Aunque estuvieron parados durante todo el confinamiento, fue la propia DGT quien aseguró que, con motivo de la Operación Especial de Tráfico, estos dispositivos volvían a operar en España a partir del 3 de julio.
Pero, ¿cómo sancionan los aparatos que se ha confirmado que tramitan denuncias? Según los detalles técnicos facilitados por la propia DGT, sus drones vuelan a una altura operativa de 120 metros como máximo, cuentan con autonomía de 20 minutos y son capaces de controlar hasta un radio de 500 metros.

Estos drones cuentan con cámaras ópticas de alta definición y requieren, además, un operativo técnico y humano muy reducido para poder funcionar. Próximo al dron hay un operador que es el encargado de recibir las imágenes que graba el dispositivo, a través de una pantalla acoplada a sus mandos de control. A partir de ahí, este operario es capaz de tramitarlas el momento en tiempo real.
Si el dron ha captado por tanto una infracción, estas imágenes son susceptibles ya de ser empleadas como prueba para tramitar las denuncias. Luego ya es el centro de gestión correspondiente el que recibe esas imágenes y los datos para comprobar que todo sea correcto.