Seat Ibiza 1.0 TSI/115 de segunda mano: prueba y mediciones, ¿interesa su compra hoy en día?

El Seat Ibiza es hoy el segundo coche más comprado en el mercado de segunda mano. En 2017, el utilitario mostró una evolución notable, con gran conducción, un interesante motor 3 cilindros de gasolina y más espacio. Casi 8 años después, ¿sigue siendo recomendable su compra como coche usado? Lo probamos y medimos.

Seat Ibiza 1.0 TSI/115 de segunda mano: prueba y mediciones, ¿interesa su compra hoy en día?
Seat Ibiza 1.0 TSI/115 de segunda mano: prueba y mediciones, ¿interesa su compra hoy en día?

El Seat Ibiza, el superventas español por excelencia, estrenó en 2017 la plataforma MQB A0 del Grupo Volkswagen, tratándose entonces de un coche completamente nuevo y mucho más evolucionado que su antecesora cuarta generación. Aun así, se reconocía al instante como un Ibiza, ya que mantuvo como siempre unas proporciones y unas dimensiones muy similares, junto con ciertas señas de identidad en un diseño que, aun siendo continuista, no dejaron trazo sin cambiar. Hoy, 8 años después, queremos analizarlo como compra de segunda mano, ya que junto al Volkswagen Golf, son los más vendidos y demandados.

Nervaduras, parrilla, grupos ópticos... El Seat Ibiza adoptó en 2017 más que nunca el lenguaje de diseño del superior Seat León, al que recordó sobre todo en su parte frontal. Dentro, sin embargo, encontramos algunos aspectos que denotan que estamos en un segmento inferior, como la mayoría de revestimientos en plástico duro —de muy buena presencia, eso sí—, mientras que otros elementos, como el moderno sistema de información y entretenimiento opcional, dejaban claro que el Ibiza fue el último en llegar a la gama de Seat. Una generosa pantalla de 8 pulgadas, de manejo intuitivo y directo —combina mandos físicos, comandos táctiles y órdenes vocales—, con sensor de proximidad y muy buena resolución, da acceso a lo último en materia de conectividad, que no es poco.

Seat Ibiza: más amplio por dentro

Pese a que el tamaño de la carrocería del Seat Ibiza no varió entonces demasiado, su habitáculo fue más amplio, optimizando su espacio con resultados notables, además de incorporar gran cantidad de huecos portaobjetos. La mejora se percibe todavía sobre todo en anchura delantera (gana 5 centímetros) y distancia para las piernas de los pasajeros posteriores (6 cm adicionales). Entre las medidas llevadas a cabo para lograr mayor desahogo dio la impresión de que se recurrió a paneles más delgados para revestir el interior de las puertas, algo que, como contrapartida, hizo que el sonido al cerrarlas no fuera tan consistente.

El Seat Ibiza 1.0 TSI 115 CV, a prueba
El Seat Ibiza 1.0 TSI 115 CV, a prueba.

Aun así, el nuevo Seat Ibiza no plantea dudas en lo que a calidad percibida se refiere, por ajustes, materiales y preciso accionamiento de todos los mandos. Como punto criticable, la ausencia de asideros de techo, tanto delanteros como traseros, puede condicionar el acceso al habitáculo a personas de cierta edad, a pesar de que la altura del techo y el hueco de la puerta son amplios.           

ESPACIO Seat Ibiza 1.0 TSI/115
Anchura delantera 139 cm
Anchura trasera 132 cm
Altura delantera 93-99 cm
Altura trasera 94 cm
Espacio para piernas 72 cm
Maletero 330 litros

La postura al volante es todavía casi la de un vehículo del segmento inmediatamente superior, el de los compactos, y sólo le faltaría reglaje lumbar. Hay mucho sitio para las rodillas, mientras que el asiento, de mullido firme y con buena sujeción lateral, se regula con precisión —el respaldo es mediante rueda— y con amplias cotas de ajuste también en altura. Igual sucede con la columna de la dirección, regulable en altura y profundidad. A su vez, la buena visibilidad hacia todos los ángulos repercute positivamente en el logrado puesto de conducción, donde rápidamente te encuentras cómodo. En esta versión que probamos en su día con acabado superior Xcellence, las luces ambientales, a elegir entre tono rojo o blanco desde la propia pantalla táctil, aportan un toque sofisticado al conjunto, que también dispone de sistema de apertura de puertas sin llave y arranque por botón en su larga lista de equipamiento de serie.

Seat Ibiza 1.0 TSI: motor y comportamiento

La impresión de que estamos en un coche bien hecho continúa una vez que comienzas la marcha. El tacto de la mecánica 1.0 TSI de 3 cilindros gasolina en su versión de 115 CV, de embrague, freno, dirección, cambio... todo está perfectamente calibrado y deriva en un alto agrado de uso. Quizá la dirección, demasiado asistida en los modos de conducción normal y eco, sea lo único que no convence al 100%, aunque basta configurarla en modo Sport para que aporte una mayor sensación de aplomo.

El Seat Ibiza 1.0 TSI 115 CV, a prueba
Seat Ibiza 1.0 TSI 115 CV.

El motor tricilíndrico tiene una vibración y un sonido diferente al de uno de cuatro cilindros, así como unas inercias particulares al arrancar, reducir o subir marcha, pero resulta placentero y con una respuesta muy inmediata, consistente y dosificable. Para ser de 3 cilindros es muy refinado, además está muy bien aislado acústicamente —también el ruido de rodadura y del viento—. En cuanto a sus prestaciones, la elevada cifra de par motor disponible entre 1.500 y 4.500 rpm hace que el empuje sea notable y muy inmediato en cuanto lo solicitamos. Es muy ágil frente a los cambios de ritmo y, al ser ligero, responde bien sea cual sea el estilo de conducción. Como la mayoría de motores tricilíndricos turboalimentados, va asociado a unos desarrollos del cambio bastante largos, con una sexta velocidad de casi 50 km/h cada 1.000 rpm, que aun así resulta utilizable no sólo para llanear. Su accionamiento es rápido, suave y preciso, aunque no es necesario estar especialmente pendientes del cambio debido al generoso par motor disponible.

PRESTACIONES Seat Ibiza 1.0 TSI/115
Acel. 0-100 km/h 9,30 s
Acel. 0-1000 metros 30,85 s
Adelantamiento 80-120 km/h 8,0 s
Sonoridad 100 km/h 69,2 dB
Sonoridad 120 km/h 71,0 dB
Frenada desde 140 km/h 66,1 m
Peso en báscula 1.135 kg

¿Cuáles son sus consumos reales?

Como guinda a sus buenas cualidades, este Seat Ibiza 1.0 TSI siempre ha sorprendido por gastar poco. No llega al nivel de un diésel de última generación de su época, pero resulta válido como alternativa y huelga decir que aporta mayores dosis de satisfacción. El modo Eco facilita aún más la labor de lograr bajos consumos, pues hace que la respuesta del acelerador sea menor, rebaja ligeramente el rendimiento del motor —al final del recorrido del pedal del acelerador hay un interruptor que nos devuelve toda la potencia por si la necesitamos puntualmente—  y reduce la potencia del aire acondicionado. Incluso en este modo el pequeño tricilíndrico mueve con soltura al Seat Ibiza. El Stop/Start, por su parte, se muestra correctísimo y en algunas ocasiones, cuando el sistema calcula que vamos a detenernos por completo, para el motor por debajo de 8 km/h.

CONSUMOS Seat Ibiza 1.0 TSI/115
Consumo en ciudad 6,2 l/100 km
Consumo en carretera 5,2 l/100 km
Consumo medio 5,6 l/100 km

Otro de los puntos más destacables de este Seat Ibiza es su equilibrado comportamiento. Sin necesidad de recurrir a unas suspensiones firmes consigue muy buena estabilidad y, sobre todo, una gran agilidad en curva. Se siente ligero y preciso, tutelado por los múltiples subsistemas y funciones del ESP, que te llevan sobre raíles a base del frenado selectivo, sutil y continuo, de las ruedas. De paso, se reduce así el balanceo de la carrocería y se consigue una alta sensación de seguridad y confianza.

El Seat Ibiza 1.0 TSI 115 CV, a prueba
El Seat Ibiza 1.0 TSI 115 CV, a prueba

Al acelerar sin piedad en curvas cerradas se nota mucho la función de autoblocante electrónico, que puede llegar a conseguir que la trasera redondee de forma muy progresiva y controlada. Lo hace de manera muy fácil, y ni siquiera tienes que preocuparte de dosificar el acelerador, pero permite que te involucres en la conducción manteniendo un alto grado de seguridad. El efecto es interesante, indudablemente deportivo, y mejora la eficacia del bastidor aprovechando un tren trasero que también reacciona cuando dejas de acelerar en pleno apoyo. Desconectando el control de tracción —el de estabilidad no se puede— se limita la actuación de la electrónica y el comportamiento es más natural, que no mejor. Este Seat Ibiza fue una apuesta segura en su momento y hoy sigue siendo una compra muy razonable.

 
El Seat Ibiza 1.0 TSI 115 CV, a prueba

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