Teniendo en cuenta que su segunda generación lleva en el mercado desde 2017, ya le tocaba renovarse al CX-5. Desde Mazda ya han confirmado que llegará en un periodo comprendido entre el 2025 y el 2027 (no se han pillado mucho las manos) y se han empezado a filtrar las primeras informaciones sobre el SUV tan importante para la marca japonesa.
Al haber pasado tanto tiempo se han publicado numerosas informaciones sobre cómo sería su siguiente entrega. En una de ellas incluso se apostaba a que compartiría plataforma con un futuro Mazda6 en donde se pasaría de la tracción delantera a la propulsión trasera. Pero como hemos visto hace pocos días en el Salón de Bruselas, la berlina ha tomado un camino que no será igual a nuestro protagonista.
Mazda CX-5 (2026). La prochaine génération du SUV passera à l’hybride https://t.co/TTbKd0CjuY
— L'argus (@Largus_auto) January 15, 2025
Lo que está claro, volviendo un poco a ese Mazda 6e desvelado en la feria belga es que lo normal en el próximo CX-5 sería encontrar una transformación de ese diseño a una carrocería SUV. Nuestros compañeros de Kolesa incluso ya lo han recreado como puedes ver en este artículo, en donde contaría con una imagen un punto más agresiva, con luces todavía más refinadas o una parrilla agrandada, realzando otros elementos más tecnológicos como puede ser la fascia iluminada o los tiradores de las puertas escamoteables.
Apuesta por un motor híbrido
Pero mientras en la berlina se ha apostado todo a las motorizaciones eléctricas, todo parece indicar que en el CX-5 todavía habrá hueco para las de combustión, aunque en formato híbrido. Hay que recordar que actualmente en la marca japonesa solo existe un modelo así con el utilitario 2 Hybrid, que como todos sabemos en realidad es un Toyota Yaris con el logo de los de Hiroshima. Se podría seguir este camino en el SUV, pero parece que los ingenieros japoneses se han puesto manos a la obra para lanzar un propulsor de este tipo propio, que se conjugaría en la gama con los actuales microhíbridos de los bloques Skyactiv-X.

Aunque parece que no será la única novedad en este apartado de mecánicas. También es sabido que en Mazda están trabajando en una nueva generación bajo el nombre Skyactiv-Z, que remplazaría tanto a los Skyactiv-G y Skyactiv-X. Con el objetivo puesto en poder superar sin problemas la futuro Euro 7, tendría entre sus funcionalidades que podría trabajar con una mezcla de combustible pobre, lo que debería repercutir en unas bajas emisiones y consumos. Quizás para verlos montados habría que esperar al 2027 y queda en duda si se utilizarán arquitecturas de cuatro o de seis cilindros.
El último apunte que nos dejan nuestros compañeros de L’Argus es que se tiene la idea de simplificar la gama del CX-5. Por ejemplo, en nuestro país este modelo cuenta con hasta siete acabados diferentes (Center-Line Plus, Advantage, Newground, Exclusive-Line, Homura, Homura Plus y Takumi), algo que puede llegar a confundir al comprador y que aumenta los gastos de producción. De esta manera se adaptarían a la estrategia de muchos de sus competidores, que están ofreciendo dos o tres opciones, como mucho.