Mientras que ahora mismo no tenemos muchas certezas sobre el futuro comercial del Seat León, su homónimo en la marca Cupra tiene asegurada su presencia en el mercado durante muchos años más. La que se convertiría en su segunda generación llegaría al final de esta década y propulsado por motores completamente eléctricos.
Aunque en realidad cuando llegue ese habrá una dualidad con la variante de combustión. La idea de Cupra sería seguir estirando la producción de su actual León, que recordemos que fue lanzado en 2020 y rediseñado el pasado año, presentando una tercera actualización probablemente en el 2027, coincidiendo con la entrada en vigor de la normativa Euro 7.
Así lo anunció el jefe de Seat y Cupra, Wayne Griffiths a los compañeros de Autocar señalando que “prolongarán los ciclos económicos hasta la próxima década, incorporando actualizaciones que le mantengan al día. Después de eso, la próxima generación del León será completamente eléctrica".
Este camino marcado lo seguirá también el Formentor, que también fue renovado al unísono el pasado año junto al León y que se actualizará primero para luego pasar a la electrificación pura, como ya había confirmado anteriormente Griffiths. Y se espera que sus diseños tomen una clara inspiración del prototipo DarkRebel que se presentó en 2023. Lo que se intuye con esta estrategia es que el Born no tendrá sustituto más allá de esta generación.
Todo este plan de Cupra encajaría bastante con el que van a emprender sus “primos” en Volkswagen. Como ya os hemos ido avanzando en Autopista, el próximo Golf 9 será el encargado de estrenar la nueva plataforma SSP desarrollada en conjunto con Rivian para convertirse en un coche totalmente eléctrico, compartiendo las posibles motorizaciones con el León. De la misma manera se renovará el T-Roc, ya en su tercera generación, con muchos elementos en común con el Formentor.
Y el hecho de contar con variantes de combustión y eléctricas a la vez permitirá tanto a Cupra como a Volkswagen adaptar la producción según la demanda de cada uno de los mercados en los que se quiera comercializar sus productos. Incluso pudiendo estirar a los primeros casi hasta el 2035, que como sabemos es el límite marcado por la Unión Europea para la venta de este tipo de motorizaciones.
Una de las grandes dudas que surgen con este anuncio de los Cupra es conocer en donde se fabricarán. Actualmente ambos modelos salen de las líneas de Martorell, en la que comparten instalaciones con los Ibiza y Arona. La cuestión es que la fábrica está en plena transformación para adaptarse a la llegada de los modelos eléctricos bajo la plataforma MEB Entry (los Volkswagen ID.2 o Cupra Raval). Mientras tanto, en Wolfsburgo ya están empezando los trabajos para adaptarse a la plataforma SSP de los Golf y T-Roc, por lo que no sería descabellado que los españoles se trasladasen a tierras alemanas.
