No lo tuvieron fácil nuestros colegas de la revista hermana Auto Sport para afrontar el súper test con su últimoprotagonista, el Cupra Formentor VZ5. Hubieron de recurrir a ingenio, recursos y contactos para arrancar la temporada de pruebas de 2023 cuando les informaron de que el Corvette previsto retrasaba su llegada a Europa y, consecuentemente, las unidades de pruebas de prensa. Un incesante carrusel de llamadas telefónicas y no pocas dosis de discusiones fructificaron en una posibilidad real, apetente y valiente a partes iguales, no exenta de controversia y que a algún purista le llegaría a producir rechazo.
El protagonista sería un SUV, pero no uno cualquiera. Sería el Cupra Formentor VZ5: un automóvil que convence por sus argumentos mecánicos, por potencial, por precio y, por qué no decirlo, por ese estilo característico, anguloso, a caballo entre coupé y SUV que puede agradar incluso a los más aficionados a los coupés y deportivos en general como nuestro colega que sería el encargado de probarlo. Más si estamos hablando de la variante en color Gris Magnético Mate, con aplicaciones en color cobre.
Cupra Formentor VZ5: su motor
Este híper exclusivo Cupra puede, y debe, acceder a las joyas más preciadas de Volkswagen gracias al principio de construcción modular. Entre ellas el impresionante motor TFSI de cinco cilindros y 2,5 litros —EA855-evo— que también se monta en los adrenalíticos Audi TT RS y Audi RS3, el sistema de tracción integral con reparto de par mediante Torque Splitter o el cambio DSG de siete relaciones.

¿Una mezcla de SUV y coupé en la súper prueba? ¿Puede ser digno de una revista de especialistas y para especialistas? Después del avance en la última edición, un lector de Sport Auto, Thomas Schroeder, se dirigió a nuestros colegas ironizando sobre si después de anunciar un SUV por qué no probar algo mucho más grande y crecer en la escalada de potencia. Sugería un Daimler Actros de seis cilindros, 625 CV y 3.000 Nm, poniendo en duda que un Formentor fuese capaz de defenderse en tan exigente emplazamiento y mucho más de hacer un papel más que digno en un entorno tan difícil como un circuito ¿Sería capaz?
Es una de las dudas que plantea la variante más deportiva de un automóvil de popularidad creciente. Él y sus rivales van ganando tanto en peso específico e incorporando variantes tan apasionantes que en la publicación llevaban tiempo valorando dar una oportunidad a los coches de la categoría de moda. Se hablaba entonces de algo tan característico y especial como el Porsche Cayenne Turbo GT.
Cupra Formentor VZ5: personalidad y peso
Pero la realidad les guió por otro lado. Hacia algo que no es un SUV en el sentido más clásico de la palabra. Cupra lo presenta como un SUV deportivo. De hecho, con 1.638 kilos está prácticamente al nivel del AMG A 45 o del Audi RS3, coches que no ofrecen dudas a lectores como Thomas Schroeder. Resulta media tonelada más ligero que un Porsche Cayenne y también sus dimensiones tienen más que ver con las de un compacto clásico que con las de un SUV a la antigua usanza. Incluso habrá quien ante un vistazo rápido encuentre algún cromosoma semejante a los del Audi RS3 Sportback en sus angulosas líneas de carrocería.

El implante del corazón de cinco cilindros define la personalidad del Formentor VZ5. Es un privilegio y el marchamo de su personalidad, por mucho que su instalación en el vano motor haya supuesto que el 2.5 anuncie «sólo» 390 CV (400 en Audi). Su empuje está fuera de toda duda y el excitante sonido de la secuencia 1-2-4-5-3 crea el flujo más adecuando para ser extraído por unos escapes cuádruples en la zaga.
Cupra Formentor VZ5: sorprendentemente ágil
Dando una vuelta en el trazado GP de circuito de Hockenheim incita a emplearse a fondo. Da entonces muestra un comportamiento en giro muy directo, con buena tracción y que sólo en condiciones de exceso absoluto en el uso de la potencia pueden empezar a aparecer algunas limitaciones, como algo de subviraje en la entrada de la curva y una participación del eje trasero que puede añadir un comportamiento en curva sorprendentemente ágil.
Parte de ello se explica por la presencia del Torque Splitter (divisor inteligente de par) estrenado en el RS3. Es un elemento que complementa a la tracción integral y mejora su funcionamiento al conseguir no sólo distribuir de la mejor manera el par motor a las ruedas delanteras y traseras, sino también en los semiejes a través de dos embragues multidisco independientes que facilitan maximizar el par disponible en cada una de las cuatro ruedas.

En clave de diversión, no de eficacia máxima se encuadra el modo drift, que puede no ayudar en cuanto a mejorar frente al cronómetro, aunque sí aumentar la excitación que es capaz de ofrecer del derrapaje controlado. Más tiene que ver el Cupra con la eficacia máxima ante deseos de obtener el máximo rendimiento, como puede ser la conducción «al ataque» o una vuelta cronometrada en un circuito. Es el más extremo de los seis modos de conducción, cada uno de los cuales adopta un set up específico de cada uno los parámetros regulados electrónicamente.
Así, tacto y respuesta del pedal del acelerador, asistencia de la dirección, modo de la amortiguación adaptativa y tarados de los bloqueos de diferencial delantero y central y entrega de potencia adquieren perfiles diferentes, muy característicos. Este Cupra es semejante al modo RS del Audi RS3, aunque en algunos momentos, especialmente rodando al límite en un circuito pueden aparecer algunas diferencias de matiz.
Sobre el asfalto de Hockenheim, el Cupra Formentor VZ5 no tiene un comportamiento tan «colorido» como el del Audi RS3 y sí le han dotado de un comportamiento ligeramente más neutro durante más tiempo. Así mientras que el Audi puede aportar la sensación de preferir ser controlado con el pedal del acelerador, en el Formentor hay que lidiar más en la entrada de la curva dado su peso superior y un centro de gravedad algo más elevado. Requiere marcar más el freno para aumentar la transferencia de masas y dar gas antes para aprovechar las ventajas del distribuidor de par. Dicho de otra manera, puede ser preferible sacrificar la entrada a la curva para poder acelerar antes, lo que no se un gran demérito si tenemos en cuenta que coincide en comportamiento con criaturas tan exclusivas como Mercedes AMG A-45 o el VW Golf R.

Cupra Formentor VZ5: la pista habla alto y claro
Los frenos son particularmente notables tanto por mordiente como por resistencia a la fatiga ante uso continuado. También el Formentor saca partido de un peso muy contenido para un SUV. Es casi media tonelada menos que un Cayenne, por ejemplo, que no se carga sobre el eje delantero en cada frenada y ahorra al conjunto de la suspensión una enorme cantidad de trabajo.
Así tanto primero en Hockeheim, como luego se vería en Nürburgring —donde cada giro prácticamente multiplica por cuatro la exigencia dada su inmensa longitud— el equipo de freno del Formentor VZ5 ofrece un rendimiento constante y confiable y ayuda a conseguir el mejor tiempo de que el coche es capaz . En este caso 1’59” en el circuito habitual de Sport Auto. Con ese bagaje, autor y Cupra van hacia el exigente Nürburgring. Por si alguien no lo conoce, casi 21 km por vuelta, con imponentes desniveles; una pista estrecha, con más de 100 curvas y mínimas escapatorias que pudiesen minimizar la gravedad de cualquier error.
Conozco el circuito, dice el compañero, pero debo conocerlo desde una perspectiva nueva. Voy rememorándolo al volante de un VW Touareg con la pista compartida con otros coches que están rodando libremente: difícil pues calcular la trayectoria ideal en cada momento o el punto e intensidad de cada frenada ¡y más conduciendo un coche que poco tiene que ver! Termina el reconocimiento y me siento en el interior del Formentor.

Ya no voy sentado en una posición tan alta como en un todo terreno de pleno derecho. El VZ5 es un crossover y como tal se mueve a caballo entre la clase compacta y los todo terreno más en la forma que en el fondo —porque su conducción es prácticamente la de un turismo, y de los buenos—. Los asientos de carbono facilitan acomodarse en ellos y aportan tanto sujeción como un agarre lateral impresionante, digna más de un compacto ultra deportivo que de un SUV.
Cupra Formentor VZ5: cambios con los VZ “normales”
En relación con los Formentor VZ «normales», de cuatro cilindros y 245 y 310 CV, el VZ5 resulta 10 mm más bajo y también cuenta con discos de freno ligeramente más grandes, 2 mm tanto en el eje delantero como en el trasero, para un total de 375 y 310 respectivamente, que pueden marcar diferencias en casos de exigencia extrema y continuada, como la que una única vuelta en este circuito implica.
Cabría esperar, a la vista de la carrocería, más balanceo y cabeceo en curva. Ya sea en virajes como Hatzenbach, Wehrfeisen o Wippermann, el Formentor VZ5 muestra mínimos movimientos de carrocería para un vehículo así, señal de una puesta a punto de suspensión ultra elaborada. Y aunque en ejercicios de laboratorio como pueden ser la prueba de esquiva a alta velocidad o el eslalon no llega a convencer en términos absolutos, sí que que es capaz de conseguirlo rodando en el «infierno verde».
El VZ5 es capaz de lograr un registro respetable al romper la barrera de los 8 minutos. Es fácil de conducir y te hace sentir cerca del límite. El ajuste del chasis le hace ser igualmente válido para el día a día como en el circuito. Gracias al sistema Torque Splitter ofrece un comportamiento neutro durante un tiempo sorprendentemente largo. En entrada a curva demasiado rápida tiende a subvirar suavemente. En circuito es preferible un punto de frenado temprano.
Porque este Formentor no sólo es muy rápido y manejable, sino que, sustentado en su amortiguación de firmeza variable es capaz de comportarse como un coche con mil caras. Puede así pasar de ser un coche confortable en la utilización diaria cuando seleccionamos el modo Confort, a uno de deportividad sin paliativos del modo Cupra, perfectamente adecuado a un entorno como el temido Nordschliefe.
Ahí lo que en carretera puede parecer una firmeza límite, pasa a convertirse en más que adecuada, capaz de contener los movimientos de la carrocería con gran facilidad y sin caer en un dureza exagerada, próxima a la incomodidad. Así es capaz de adaptarse al bacheo y a las crestas que pueblan el trazado sin perder la compostura, pero también se encuentra dentro de los límites razonables para poder atacar los pianos sin miedo y así poder arañar décimas de segundo que sumadas una tras son vitales cuando hay un cronómetro de por medio y se sabe que el tiempo registrado irá a un ranking.

En este caso, el Cupra Formentor VZ5 no sólo ha entrado en uno, sino que lo ha hecho en dos de los que elaboran nuestros compañeros de Sport Auto. Y ha sido capaz de conseguir unos resultados magníficos, bajando en ambos casos de referencias tan psicológicas como los 2 y los 8 minutos respectivamente, algo que define en una sola línea el potencial dinámico y capacidad de ser aprovechado de un automóvil que se pone en la cúspide de la pirámide de los SUV medios.
Con él, Cupra ha dado un paso de gigante en su proceso de consolidación de marca a nivel europeo. Su precio, 68.000 euros, puede hacerle parecer súper exclusivo. Pero es que además es deportivo más barato de tracción integral en el entorno de los 400 CV.