Volkswagen ha presentado su nueva estrategia para Europa bajo el nombre “Accelerate”, y en ella han saltado noticias importantes. Lo más trascendente, sin duda, su nuevo plan eléctriconuevo plan eléctrico, con una línea bien marcada y definida sobre sus nuevos modelos, como los anunciados bajo una nueva plataforma pequeña confiada a Seat. Según la marca, el 70 por ciento de sus ventas en 2030 serán vehículos electrificados. Y también se ha presentado el proyecto Trinity, incluyendo ya conducción autónoma.
Sin embargo, otro detalle muy importante ha trascendido de la nueva estrategia de Volkswagen. El fabricante alemán anuncia al mismo tiempo que sus modelos clave tradicionales tendrán sucesor. Y en ellos especifica los nombres de Golf, Tiguan, Passat, Tayron y T-Roc… ¡pero aquí no se incluye el Polo!
Volkswagen confirma así que, todavía con motores de combustión, sigue desarrollando el reemplazo de estos vehículos tradicionales en paralelo a su gama eléctrica, aunque, eso sí, matizando también que estas versiones diésel o gasolina irán a menudo asociadas a la hibridación, tanto ligera como enchufable: estos últimos además ya con autonomías eléctricas de hasta 100 kilómetros. Por lo que futuro tienen por delante, y aún prometedor.

Sin embargo, de toda esta información en ningún momento ha trascendido, parece que voluntariamente, el nombre del Polo. El popular utilitario, que se ha anunciado ya que será rediseñado en la primavera de este 2021 para acercarse aún más al Golf, quizá podría concluir su andadura comercial para la próxima generación, dejando lugar a los nuevos proyectos programados ya en torno a carrocerías SUV y coches eléctricos.
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De hecho, Ralf Brtandstattër, director de la marca Volkswagen, ha anunciado también que lanzarán un vehículo eléctrico más pequeño que el ID.3, que llegará en 2025 con un precio de entrada de 20.000 euros. Esa fecha justo coincidiría con el estreno de la nueva generación del Polo, por lo que podría ser en realidad su sustituto. ¿Se llamará ID.2?