Al acercarse la temporada de descanso, viajar con niños en verano implica una gran responsabilidad. Por eso, conviene adoptar medidas que garanticen su seguridad y comodidad sin alterar en exceso el itinerario previsto.
Con una preparación adecuada, es posible evitar sobresaltos y disfrutar del viaje en familia desde el primer kilómetro.
Cómo preparar un viaje largo con niños durante el verano
Antes de salir, es útil revisar algunos aspectos básicos que influyen directamente en el bienestar de los más pequeños:
Revisión del sistema de retención infantil
Comprobar que las sillas infantiles cumplan con la normativa y estén correctamente instaladas y adaptadas a la talla y peso de cada niño es una de las primeras tareas. Es habitual cometer errores al ajustar arneses o inclinaciones, así que conviene repasar el manual o consultar a un profesional si hay dudas. También es recomendable comprobar el estado general de las piezas y sustituirlas si muestran desgaste.
Control de la temperatura en el habitáculo
Un ambiente interior agradable debería mantenerse entre los 21 y 23 °C. El aire acondicionado nunca debe dirigirse directamente hacia los niños, especialmente los más pequeños. Tampoco conviene abrigarlos en exceso. Un buen indicador es tocar manos y pies para comprobar si mantienen una temperatura adecuada.
Ropa adecuada y artículos imprescindibles
Lo ideal es vestir a los niños con ropa ligera, de algodón, que les permita moverse y transpirar sin incomodidades. Llevar mudas de recambio, pañuelos, toallitas húmedas y bolsas para el vómito puede evitar problemas y facilitar el manejo de situaciones inesperadas. Una manta fina también puede resultar útil si se quedan dormidos o el vehículo se enfría demasiado.
Planificación de la ruta y los descansos
En verano, es preferible viajar en las horas más frescas del día y adaptar las paradas a los ritmos de comida y descanso infantil. Hacer pausas cada dos horas para estirar las piernas, beber agua o jugar unos minutos ayuda a evitar el cansancio y la irritabilidad.
Cómo evitar mareos y distracciones durante el trayecto
Los mareos son habituales en niños durante viajes largos. Para evitar los mareos en coche, se recomienda optar por comidas ligeras, mantener buena ventilación en el vehículo y evitar el uso de pantallas mientras el coche está en movimiento. Leer o fijar la vista en objetos cercanos puede intensificar el malestar.
Abrir ligeramente la ventanilla de vez en cuando puede ser muy útil. El copiloto puede encargarse de mantener al niño entretenido con canciones, juegos orales o cuentos. Si se van a utilizar dispositivos electrónicos, es preferible hacerlo en momentos puntuales y con contenidos tranquilos.
Disfrutar del trayecto es posible si se planifica bien
Viajar en coche con niños durante el verano no tiene por qué ser un reto. Con un poco de previsión y flexibilidad, se puede lograr un trayecto cómodo y entretenido. Adaptar los horarios, prever las necesidades básicas y ofrecer entretenimiento adaptado a su edad son factores que marcan la diferencia.
Escuchar sus ritmos y necesidades hace que el viaje no solo sea más llevadero, sino también una oportunidad para compartir tiempo en familia desde que se enciende el motor.