La línea roja ya está clara y acordada definitivamente después de meses de negociaciones entre el Parlamento Europeo y los distintos Estados miembros que lo componen. Todos los coches y furgonetas nuevos que se vendan en la Unión Europea a partir del próximo año 2035 deberán tener cero emisiones contaminantes, lo que significa que quedará prohibida la comercialización de vehículos nuevos diésel, gasolina e híbridos. Hasta aquí, entendido. Pero quedan muchas dudas aún por aclarar.
Y es que, con el objetivo de conseguir la neutralidad climática en el año 2050, la UE sigue tomando nuevas medidas para reducir las emisiones de los automóviles y de las furgonetas, para revertir una situación del transporte por carretera que llega a representar ya hasta una quinta parte de las emisiones de CO2 de la UE. Pero confirmada la prohibición de venta para los vehículos nuevos, ¿qué sucede con el resto? ¿Qué ocurre con la circulación de los que ya estén en el mercado? ¿Qué pasa ahora con el sector de la segunda mano, mayoritario hoy en día y con previsión de seguir creciendo?

Confirmada así la prohibición de venta de vehículos nuevos para 2035 a propuesta de la propia Comisión Europea, y fijados además objetivos intermedios de reducción de emisiones de un 55 por ciento para coches y de un 50% para furgonetas de cara a 2030, damos respuesta a numerosas dudas y preguntas que todos nos hacemos. Para ello, aprovechamos la intervención del eurodiputado holandés Jan Huitema (del grupo Renew), donde contestó en un reciente debate a todos los interrogantes. Este político ha redactado el informe sobre la revisión de las normas de CO2 de la UE.
¿Cuándo se prohibirá la venta de coches nuevos con motor de combustión?
A partir de 2035, todos los coches nuevos que salgan al mercado deberán ser de cero emisiones y no podrán emitir nada de CO2. De este modo, se pretende que en 2050 el sector del transporte sea neutro en carbono.
¿Qué pasará con los actuales coches de gasolina, diésel o híbridos? ¿Podremos seguir conduciéndolos después de 2035?
Sí, puedes seguir conduciendo tu coche actual. Las nuevas normas no significan que todos los coches que circulen tengan que ser de emisiones cero en 2035. Estas normas no afectan a los coches existentes. Si compras un coche nuevo ahora, puedes conducirlo hasta el final de su vida útil. Pero, como la vida media de un coche es de 15 años, tenemos que empezar en 2035 para que todos los coches alcancen la neutralidad climática de CO2 en 2050.

¿Seguirá siendo posible comprar y vender coches de segunda mano con motores diésel y gasolina después de 2035? ¿Y obtener combustible para ellos?
Sí, todo esto seguirá siendo posible. Sin embargo, el coste total de propiedad (coste de combustible, mantenimiento, compra y seguro) podría aumentar.
¿Qué tipo de coches de cero emisiones conducirá la mayoría de la gente?
La tendencia es mayoritariamente hacia los vehículos eléctricos de batería porque el coste total de propiedad es menor que el de las alternativas. Por ejemplo, la producción de hidrógeno y de combustibles ecológicos (hechos a partir de electricidad e hidrógeno y convertidos en gasolina sintética) es más cara, ya que requiere mucha electricidad. Sin embargo, las baterías son pesadas, lo que significa que algunos medios de transporte no pueden funcionar fácilmente con baterías, por lo que el hidrógeno o los combustibles ecológicos pueden ser una buena solución para barcos, aviones o vehículos pesados.
¿Serán asequibles en este futuro los coches eléctricos?
Es más rentable utilizar vehículos eléctricos, ya que los precios de la electricidad son actualmente más bajos que los de la gasolina y requieren menos mantenimiento. Así que, una vez comprado, el coste total de propiedad de un coche impulsado por baterías es igual o más barato que el de un coche de gasolina o diésel. Sin embargo, hoy en día los coches eléctricos son caros. La nueva normativa debería fomentar una mayor competencia y animar a los fabricantes a invertir en investigación e innovación en vehículos eléctricos, lo que debería hacer bajar el precio de compra. Otra cuestión es el mercado de coches de segunda mano, que aún no se ha desarrollado para los vehículos eléctricos.

¿Qué pasará con los residuos de las baterías eléctricas?
Esto se solucionará con diferentes legislaciones -como la directiva de energías renovables y la nueva normativa sobre baterías- que aseguren que el proceso de producción es neutro en cuanto a emisiones de CO2, que no tiene un efecto adverso en el medio ambiente y que reciclamos las baterías. También se está trabajando mucho en la innovación de las baterías, y no sólo para los coches.
¿Hay suficiente infraestructura para los coches de emisiones cero? ¿Es sólo para la gente que vive en las ciudades?
Los fabricantes están trabajando en coches con una autonomía de más de 600 km. La eficiencia está mejorando para que los coches no tengan que cargarse tan a menudo, o puedan cargarse con un enchufe normal en casa. El Parlamento también ha acordado recientemente su posición respecto a la infraestructura de combustibles alternativos para que haya más estaciones de recarga eléctrica y de hidrógeno. La norma intenta obligar ya a que en todos los Estados miembros haya un punto de carga para coche eléctrico cada 60 km en las principales carreteras, y una estación de hidrógeno cada 100 km.