Los fabricantes de coches temblaban, los primeros informes de la Comisión Europea apuntaban a un endurecimiento sin precedentes en el control y la homologación de emisiones contaminantes en los coches y parecía que el fin de los vehículos diésel y gasolina se vislumbraba ya en el horizonte. Sin embargo, la norma Euro 7 parece que, finalmente, no será tan estricta como se preveía. Al menos, eso sugiere hoy un informe publicado por el prestigioso medio alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ).
Según estos primeros indicios, aún no confirmados oficialmente, el nuevo estándar de emisiones Euro 7 que se aplicará en Europa vendrá “con límites menos estrictos de lo que temía la industria del automóvil, con valores límite para los motores de gasolina que difícilmente se ajustarán, aunque con pruebas y controles eso sí más estrictos que actualmente”. Es decir, la norma no se endurecería demasiado, pero sí se vigilaría más que se cumplan realmente los límites máximos. Recordemos que una de las novedades de la Euro 7 será probablemente el control de emisiones de los coches durante toda su vida útil, con pruebas reales en condiciones de uso.
La Euro 7 podría entrar en vigor ya en 2025
El Frankfurter Allgemeine Zeitung habría así tenido acceso a los documentos con los que ya trabaja la Comisión Europea y que debería llevar a Bruselas a publicar definitivamente la norma Euro 7 a principios del próximo mes de noviembre, probablemente el día 9. Esto supondría un gran alivio para los fabricantes, con una nueva normativa más laxa de lo esperado y que, aunque tampoco está de momento confirmado, podría entrar en vigor y ser ya de aplicación obligada a partir del año 2025.

Aunque aún no se conocen los límites específicos que se permitirán de emisiones, el nuevo reglamento establecerá que para los automóviles y furgonetas con motor de gasolina “los valores límite de emisión se igualarán y establecerán al nivel de los valores límite bajo el actual estándar Euro 6”. Sí es más probable en cambio, según estas primeras informaciones, que los valores límite para los vehículos diésel “supongan un ligero endurecimiento, por ejemplo en los que respecta a los óxidos de nitrógeno”.
Aun así, los expertos sugieren ya que estos nuevos valores serían “factibles” para ser cumplidos por los fabricantes automovilísticos. Pero, ¿por qué se produce este cambio de rumbo en la Comisión Europea después de meses asegurando que establecerían nuevos límites de emisiones mucho más estrictos? Dos razones parecen ser las definitivas para esta nueva estrategia.
Las razones por las que Europa da marcha atrás
Por un lado, la Comisión Europea justificaría las nuevas normas en la “situación geopolítica y económica actual”, debido al encarecimiento de las materias primas y la caída de ventas del sector, que atraviesa momentos de gran dificultad productiva y comercial. Y, por otro, Bruselas también estaría teniendo en cuenta que, con el fin de la venta de motores diésel y gasolina ya previsto en automóviles y furgonetas para 2035, no saldrán igualmente ya pronto nuevos motores de combustión, por lo que no tendría sentido endurecer ya más las normas para este período de transición.

Al conocerse este documento, numerosos grupos ecologistas han criticado ya el borrador previsto para la nueva norma Euro 7, mientras que la Asociación Alemana de la Industria Automotriz ha declarado que “el esfuerzo y los costes en la transformación deber ser proporcionales”.
El informe aun así, tal y como hemos avanzado ya, asegura que los procedimientos de prueba y control de emisiones serán eso sí más estrictos, con las tolerancias de medición reducidas. Además, durante 5 años la Comisión querrá tener derecho a imponer valores límite más estrictos mediante procedimientos simplificados. Los primeros documentos a los que se han tenido acceso sugieren también que la fecha de inicio de la Euro 7 “aún está abierta”, fijando el borrador una “X”. Este borrador aún debe ser aprobado por el Consejo de Ministros y el Parlamento Europeo, aunque las mismas informaciones apuntan a que su entrada en vigor sería en 2025… o 2026 a más tardar.