No hay duda: en España tememos a los radares de velocidad. Muchos diréis que basta con cumplir las normas de tráfico para no tener que asustarse por posibles cinemómetros camuflados y escondidos; otros, en cambio, pensaréis que es normal, conociendo cómo tanto la DGT como las autoridades municipales ocultan radares en carreteras y zonas poco peligrosas y con límites excesivamente bajos de velocidad con vistas a multar más. Afán recaudatorio, como se conoce.
En todo caso, ver un coche aparcado “sospechosamente” o algún aparato o cámara no identificada correctamente en carretera alerta a la mayoría de conductores. La reacción instintiva es, sin duda, pisar el freno y reducir la velocidad. Los agentes lo saben, y por ello en los últimos meses se han comenzado a aplicar distintas medidas con vistas a evitar esta situación: una, los conocidos como radares dobles o en cascada, que consiste en colocar dos radares, uno delante y otro unos metros después, para poder captar al conductor que, tras el primer radar, acelere posteriormente.
La otra, son los nuevos radares de tramo, que consisten en la instalación de pórticos en un tramo de carretera, con cámaras a la entrada y a la salida, para captar la velocidad media de ese recorrido y comprobar si ha excedido los límites o no. La DGT ya ha anunciado que son sus preferidos y que, a lo largo de los próximos meses, apostará por instalar más cinemómetros de este tipo en sustitución de los radares fijos: los considera más justos.
Pero para comprobar cómo actúan los conductores ante la aparición de un coche sospechoso camuflado y un posible agente con un radar de mano apuntando a las carreteras, dos usuarios han realizado una broma en una vía: equipados con chaleco reflectante y con una gran linterna a modo de posible radar, han comenzado a simular que “disparaban” el cinemómetro al paso de los vehículos.
Engañan a los conductores simulando ser un radar móvil con un chaleco y una linterna pic.twitter.com/RGK5TfKI12
— SocialDrive (@SocialDrive_es) March 24, 2022
El vídeo, que han subido a redes sociales, demuestra cómo la mayoría de coches que circulan frenan abruptamente al percatarse del posible agente camuflado con un radar. Es más, se aprecia cómo incluso llegamos a frenar a pesar de que la velocidad de paso por la vía no sea excesiva ni, posiblemente, incumpla la normativa vigente. Pero, como decíamos al principio, es un acto reflejo y casi instintivo.
Los “bromistas” aseguran realizar esta acción por el “bien común” de los conductores, ya que “ayudan a los coches a reducir el consumo y la tasa de mortalidad, al realizarse en una salida de camiones. Es por vosotros”, confirman en el vídeo.
Sin embargo, la broma, que también puede generar riesgos para la seguridad ante los frenazos de muchos conductores, no ha hecho gracia a todos los usuarios, habiendo incluso quien alerta de que acciones como ésta están castigadas en el código penal, según el artículo 402, que establece incluso penas de prisión para quien “ilegítimamente ejerciera actos propios de una autoridad o funcionario público”. Mucho ojo.
Hola buenas tardes pic.twitter.com/PyC4LpzSxk
— Facherito (@Ce_ene_ge) March 25, 2022