Drones, radares móviles de tipo Velolaser, helicópteros Pegasus, radares fijos… varios son los métodos que tienen la DGT y el resto de policías autonómicas para vigilar la circulación de nuestras carreteras y multar a todos aquellos conductores que infrinjan las normas. En las últimas horas, las redes sociales se han hecho eco de un nuevo e importante “descubrimiento”… más concretamente, de la posible operatividad y puesta en funcionamiento real de los llamados radares en cascada.
Tal y como publica la cuenta oficial de Twitter de SocialDrive (una aplicación para conductores que puedes descargarte aquí para Android y pinchando aquí para iOS), en la carretera B23 a la altura del término municipal de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) ha sido “cazado” este ingenioso método para multar a los conductores que se salten las normas de velocidad. De forma específica, este posible nuevo ejemplo de radares en cascada consiste en la colocación de dos radares seguidos y separados entre sí por pocos metros. Uno de ellos estaría oculto en unas cajas naranjas y el otro instalado en el interior de un coche camuflado del Servei Català de Transit (el organismo oficial que tiene la potestad del tráfico en Cataluña).
Barcelona ahora 💥 RADAR en cascada
— SocialDrive (@SocialDrive_es) January 12, 2022
C4 Picasso y cajas naranjas en la #B23 altura Sant Feliu de Llobregat pic.twitter.com/ELYhGfZOJr
El curioso método del que se hace eco SocialDrive no es del todo nuevo en las carreteras de nuestro país. De hecho, hace un par de años la Policía Foral de Navarra ya comenzó a utilizar de forma experimental este nuevo método de los radares en cascada en carretera. En aquella ocasión, su operativo instalado en determinadas vías de la provincia, funcionaba del siguiente modo: colocar un radar móvil en el interior de un vehículo patrulla metros después de la ubicación de un radar fijo.
Al colocar dos radares casi seguidos de diferente tipología (el primero de tipo fijo, señalizado y con ubicación exacta anunciada de forma pública; y el segundo, metros después, de tipo móvil y cuya ubicación va variando), las autoridades que controlan el tráfico lo que pretenden es vigilar a aquellos conductores que tienen la costumbre de frenar y reducir la velocidad antes de llegar al punto del radar fijo y, justo después, volver a pisar el acelerador para continuar circulando por encima del límite de velocidad establecido.
Por el momento, la DGT no ha confirmado que vaya a instalar estos “radares en cascada” a lo largo de 2022, aunque sí ha confirmado que va a aumentar el número de radares de tramo (Leer artículo Todos los nuevos radares fijos, de tramo y drones que anuncia la DGT para 2022) en las carreteras de nuestro país.