Comprar un coche de segunda mano puede ser una gran opción si el presupuesto es limitado, pero también puede convertirse en una fuente de problemas si no se toman ciertas precauciones. Por eso, realizar una revisión pre-compra de un coche antes de cerrar el trato es una decisión clave para evitar sorpresas desagradables y asegurar que la inversión merece la pena.
Este tipo de revisión permite comprobar el estado real del vehículo, tanto a nivel mecánico como estético, y detectar posibles fallos que podrían derivar en gastos imprevistos. Incluso aunque el coche parezca estar en buen estado, nunca está de más contar con una opinión profesional antes de dar el paso definitivo.
¿Por qué es tan importante hacer una revisión?
Comprar un coche, aunque sea usado, implica una inversión importante. Una inspección técnica previa puede ayudarte a evitar averías ocultas, trucos en el cuentakilómetros, piezas desgastadas o incluso problemas estructurales. También te ofrece una base sólida para negociar el precio final con el vendedor, ya sea particular o profesional.
Gracias a esta revisión puedes obtener información precisa sobre el historial de mantenimiento, posibles reparaciones anteriores o defectos no visibles a simple vista. Lo ideal es realizarla con ayuda de un especialista en mecánica o a través de una empresa que ofrezca este servicio de forma profesional.

Empresas especializadas en revisión pre-compra
Hoy en día existen compañías que se dedican exclusivamente a realizar revisiones técnicas de vehículos de segunda mano. Estos servicios suelen incluir la inspección mecánica, electrónica y visual del coche, además de un informe detallado con valoraciones objetivas.
Son empresas que resultan especialmente útiles si no tienes conocimientos técnicos o si quieres asegurarte de que el precio que vas a pagar se ajusta al valor real del vehículo. En muchos casos, también se encargan del peritaje y del cálculo del valor de mercado, lo que aporta un plus de confianza antes de cerrar la operación.
¿Qué se revisa exactamente?
Una buena revisión pre-compra de coche debe abarcar varios puntos clave del vehículo, tanto a nivel funcional como estético. Los aspectos más relevantes que se suelen evaluar son:
- Sistemas electrónicos: se analiza el funcionamiento del cuadro de instrumentos, sensores y centralita mediante herramientas de diagnóstico profesional.
- Motor y transmisión: se revisa el arranque, la respuesta del motor, posibles fugas, ruidos extraños y la veracidad del kilometraje indicado.
- Prueba dinámica: es fundamental conducir el coche para detectar vibraciones, tirones o comportamientos anómalos en carretera.
- Frenos y suspensión: se comprueba el estado de las pastillas, discos, amortiguadores y estabilidad del vehículo.
- Neumáticos y ruedas: se evalúa la profundidad del dibujo, el desgaste uniforme y el estado de las llantas.
- Carrocería e interior: se inspeccionan abolladuras, grietas, calidad del pintado, estado del habitáculo, asientos, mandos, climatización y sistema de infoentretenimiento.

Informe tras la revisión
Una empresa profesional no solo revisa el coche: también entrega un informe completo con todos los detalles, en el que se incluye:
- Fotografías desde varios ángulos.
- Comentarios técnicos sobre el estado del coche.
- Vídeo explicativo en algunos casos.
- Acceso al informe donde se reflejan antecedentes de accidentes, cargas administrativas, cambios de titularidad, etc.
- Datos de contacto para resolver dudas o ampliar información.
El informe se entrega en formato digital y sirve como respaldo si después detectas algún problema que no fue comunicado por el vendedor.
¿Cuánto cuesta?
El precio de una revisión precompra de coche depende del tipo de vehículo, pero en general supone una inversión muy inferior al coste de reparar una avería importante no detectada a tiempo. Como referencia:
- Turismos: desde 180 euros
- SUVs: en torno a 200 euros
- Furgonetas y todoterrenos: alrededor de 230 euros
- Coches deportivos: hasta 280 euros

Al valorar el precio, conviene pensar en lo que puede ahorrarte una buena revisión. Una fuga de aceite, un sistema de frenos en mal estado o una centralita defectuosa pueden multiplicar esa cantidad en reparaciones.
Realizar una revisión pre-compra de un coche es la mejor garantía para asegurarte de que tu inversión es segura y que el vehículo cumple con lo prometido. Tanto si compras a un particular como a un concesionario, dedicar tiempo y recursos a esta revisión te dará tranquilidad y confianza.
En un mercado donde los riesgos pueden ser altos, contar con una evaluación técnica independiente marca la diferencia entre una compra acertada y una fuente de problemas. Si estás a punto de comprar un coche usado, no lo dudes: revisarlo antes de firmar es siempre una decisión inteligente.