Tal y como ha explicado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, “el comportamiento del tráfico en el verano de 2020 ha estado condicionado por la situación sanitaria, con una reducción de los desplazamientos de largo recorrido de un 9%”. Pero parece que para lo único que ha servido esta reducción ha sido para facilitar la gestión del tráfico sin que haya habido retenciones significativas en las operaciones salidas y retorno del verano.
Porque los accidentes siguen produciéndose y las personas siguen muriendo, aunque hayan sido menos que en 2019. Así, durante los meses de julio y agosto han fallecido en las carreteras españolas 202 personas, 13 víctimas mortales menos que en el mismo periodo del año pasado, lo que representa un descenso del 6%. La reducción también se ha producido en el número de accidentes mortales (-7%) y en el de heridos hospitalizados (-8%).
Durante el mes de julio se produjeron 105 accidentes mortales en los que fallecieron 114 personas, son 3 fallecidos menos que los 117 registrados en julio del pasado año. Mientras que en agosto se produjeron 80 accidentes mortales en los que fallecieron 88 personas, lo que supone 10 fallecidos menos que en el mismo mes de 2019. Durante este mes ha habido dos días con 0 fallecidos.
Radiografía de la accidentalidad
Este verano, se han producido 15 accidentes mortales con más de 1 fallecidos, de modo que el 8% de los accidentes han ocasionado el 16% de los fallecidos.
Por tipo de vía, el 76% de los fallecidos se produjeron en vías convencionales, en concreto 153 personas (+3) lo que supone un aumento del 2% respecto al verano pasado. En autopistas y autovías ha habido 49 personas fallecidas, 16 menos que en el verano de 2019.
Por tipo de accidente, la salida de vía sigue siendo el accidente que más víctimas mortales ha generado (47%), con 95 fallecidos, seguida de la colisión frontal (19%) con 38 fallecidos.
Respecto al verano anterior, se han reducido el número de fallecidos en todos los medios de transporte excepto en el de peatones y ciclomotor que han aumentado. Y es que el porcentaje de usuarios vulnerables fallecidos en carretera es cada vez mayor: el 30% en 2010 al 42% en 2020. De los 202 fallecidos, 145 eran conductores (72%), 35 pasajeros (17%) y 20 peatones (10%).
Por edad, los fallecidos este verano respecto del de 2019 han descendido en todos los grupos de edad excepto en el grupo de entre 15 y 24 años que han pasado de 23 a 38 fallecidos (+15). Los grupos de edad con mayor reducción han sido los de 45 a 54 años, con 17 fallecidos menos, y el grupo de 25 a 34 años, con 7 fallecidos menos.
Y algo que realmente preocupa es que el 27% de los fallecidos en turismo y furgoneta no hacía uso del cinturón de seguridad (28), el porcentaje más alto en los últimos 10 años (20% en 2019). Además, 2 de los 9 ciclistas fallecidos no utilizaban casco. En el caso de los usuarios de ciclomotor, 1 de los 6 fallecidos no utilizaba casco; y en el de los motoristas, 1 de los 49 fallecidos no utilizaba casco.