Probablemente a estas alturas hayas oído hablar alguna vez del cártel de coches. En 2015, la Comisión Nacional de los Mercados de la Competencia destapó la situación de monopolio y competencia desleal que llevaron a cabo un total de 147 concesionarios de 20 marcas automovilísticas. Estas marcas, implicadas en el ya conocido como Cártel de Coches, intercambiaban información de forma confidencial y ejercían el control sobre la fijación de precios. Y aunque la Comisión impuso una multa de 170 millones de euros, ocho años después todavía se siguen sucediendo más sentencias a favor de algunos de los afectados.
Tras el Cártel de Coches, llega ahora el Cártel de Neumáticos
Y de nuevo se repite la historia, pero en esta ocasión el escándalo no salpicaría a marcas automovilísticas, sino a varios fabricantes de neumáticos. La Comisión Europea ha informado hoy mismo de que ha llevado a cabo inspecciones sorpresa en algunas plantas de producción de neumáticos en varios países de la Unión Europea para investigar si existe un cártel entre empresas para pactar precios en el sector. De momento, eso sí, la Comisión no ha revelado cuáles serían estas marcas involucradas.

Los expertos del Ejecutivo comunitario tratan de determinar si las empresas investigadas se coordinaron para fijar precios de neumáticos nuevos de recambio para turismos, camionetas, camiones y autobuses vendidos en la Unión Europea, una práctica que viola las reglas comunes en materia de competencia.
Registros en varias fábricas de neumáticos europeas
En los registros, cuya localización Bruselas no ha revelado por razones de confidencialidad, los enviados de la Comisión Europea estuvieron acompañados por las autoridades de competencia en cada uno de los Estados miembro en los que han realizado las inspecciones.
Estas inspecciones sorpresa son habituales en las investigaciones preliminares que el Ejecutivo comunitario realiza cuando sospecha de prácticas anticompetitivas en algún sector activo en la Unión Europea, si bien la Comisión subraya que tales registros no suponen que las compañías implicadas sean culpables ni prejuzga el resultado final de las pesquisas.
Bruselas no está sujeta a un plazo determinado para concluir la investigación ya que dependerá de otros factores como la complejidad del caso, el número de fabricantes implicados o la colaboración de los investigados, advierte ya la institución en un comunicado.
Las empresas infractoras que colaboren en el proceso, de hecho, pueden beneficiarse de una reducción de la multa que se imponga si finalmente se confirman las prácticas anticompetitivas.