El año no ha empezado nada bien en cuanto a datos de víctimas de tráfico. La DGT confirmó hace unos días que el balance de 2022 arrojaba hasta 44 muertes más en accidentes de circulación, lo que no solo supone más de un 10 por ciento por encima de las cifras del pasado año, sino también hasta un 4 por ciento respecto a 2019, año recordamos pre-pandemia. Ante esta situación, las asociaciones del sector han pedido nuevas medidas, como la recuperación del margen de 20 km/h sobre la velocidad máxima al adelantar en carreteras convencionales, que ha demostrado ser ineficaz.
También en Cataluña, comunidad que recordamos tiene transferidas las competencias en tráfico, que no corresponden a la DGT, los datos preocupan. El director del Servei Catalá de Tránsit (SCT), Ramón Lamiel, ha confirmado que en enero ha habido 12 víctimas mortales en las carreteras catalanas, “cifras muy malas, aunque están dentro de los valores medios”, que inciden en que “nos preocupe mucho la movilidad interna. Estamos viendo esta movilidad de perímetro, más laboral, más de días laborales, que han provocado estas víctimas”.
Más motos camufladas con radares portátiles
Ante esta realidad, el SCT ha anunciado nuevas medidas que, como suele ocurrir con la DGT, van encaminadas a controlar aún más la velocidad en las carreteras. Así, Lamiel ha confirmado en las últimas horas que se incorporan a las carreteras de Cataluña hasta tres nuevas motos camufladas con Mossos d’Esquadra circulando de paisano y más radares fijos para intentar reducir la siniestralidad.

Actualmente, Cataluña cuenta ya con dos motos camufladas operando en sus carreteras, a las que ahora se añaden otras tres. Tal y como te contamos hace unas semanas, estas motos incorporan además nuevos radares laser portátiles de tipo Trucam II, con el objetivo de “intensificar y extender los controles de exceso de velocidad” por toda la comunidad autónoma.
Muy ligeros y de reducidas dimensiones, estos radares pueden incorporarse en el interior de las maletas de las motos patrulla, o ubicados incluso en soportes instalados en las propias motos. Según el SCT, “este hecho permite aprovechar la movilidad y accesibilidad de la motocicleta para situar el control policial de exceso de velocidad de los Mossos d’Esquadra en ubicaciones nuevas, en las que un coche-patrulla no puede estacionar ni situarse”.
Estos nuevos radares miden la velocidad desde posiciones estáticas, pudiendo controlar vehículos a más de 200 metros de distancia, y midiéndolos tanto desde delante como desde detrás. Equipados los aparatos con flash de luz infrarroja, pueden incluso utilizarse en acciones de vigilancia nocturnas.

Más agentes y sistemas de control de velocidad variable
El directos del SCT también ha confirmado que tiene previsto iniciar una nueva promoción en los Mossos d’Esquadra para incorporar hasta 175 nuevos efectivos en la Unidad de Tráfico, y nuevos equipos móviles que supondrán “un refuerzo importante en esta unidad”. Asimismo anuncia nuevos controles a vehículos pesados y más tecnología para controlar mejor los datos de los tacógrafos en los camioneros.
La carretera C-58 también verá la instalación en próximos días de un nuevo sistema de control de velocidad variable, con previsión de incorporarlo en otras vías rápidas, según ha confirmado el propio Lamiel.