En plena década de los sesenta, cuando la libertad, la creatividad y la contracultura marcaban tendencia, apareció el Meyers Manx, un vehículo tan sencillo como rompedor. Su imagen quedó ligada para siempre a playas, dunas y carreteras costeras, con una filosofía clara: disfrutar del coche sin artificios y con espíritu aventurero.
Construido sobre el chasis del Volkswagen Escarabajo, el Manx no solo destacaba por su diseño, sino también por su facilidad de personalización. Cada unidad era distinta, reflejo del carácter de su propietario. Con el paso del tiempo, dejó de ser solo un vehículo recreativo para convertirse en un icono del automóvil, capaz incluso de renacer en versión eléctrica sin perder su identidad.
El origen del Meyers Manx
El Meyers Manx nació en 1964 de la mano de Bruce Meyers, un diseñador y entusiasta del surf que buscaba un vehículo ligero y resistente para moverse por la arena. Para ello recurrió al chasis del Volkswagen Escarabajo, fácil de encontrar y muy robusto.
La clave estaba en su carrocería de fibra de vidrio, que reducía el peso y permitía un diseño compacto y funcional. El resultado fue un buggy ágil, sencillo de reparar y perfecto para un uso recreativo en playas y caminos sin asfaltar.
La edad dorada de los buggies de playa
Durante los años sesenta y setenta, el auge de los buggies fue imparable, especialmente en Estados Unidos. El Meyers Manx se convirtió en el modelo de referencia y su éxito dio lugar a innumerables imitaciones y kits de montaje en todo el mundo.
A pesar de que la producción original cesó en 1971, el impacto cultural del Manx fue enorme. Su silueta quedó asociada a una forma de entender el ocio y la conducción, ligada al disfrute y a la libertad sin complicaciones.
El regreso del Meyers Manx en el siglo XXI
Tras años de ausencia, la marca resurgió a comienzos del siglo XXI. El punto de inflexión llegó en 2020, cuando Phillip Sarofim, coleccionista y entusiasta del automóvil, adquirió los derechos del Meyers Manx.
El objetivo era claro: recuperar el espíritu original del buggy, pero adaptándolo a los nuevos tiempos. La electrificación se convirtió en el eje central del proyecto, demostrando que un diseño clásico podía convivir con tecnología moderna.
Meyers Manx 2.0 Electric: el buggy clásico se electrifica
El Meyers Manx 2.0 Electric es el primer modelo completamente nuevo de la marca en casi 60 años. Su diseño corre a cargo de Freeman Thomas, responsable de iconos modernos como el Audi TT o el Volkswagen New Beetle.
Estéticamente conserva las proporciones y líneas redondeadas del Manx original, pero incorpora iluminación LED, detalles actuales y un interior minimalista con materiales modernos. Todo está pensado para mantener la esencia sin caer en la nostalgia excesiva.
Chasis moderno y peso ultraligero
A diferencia del modelo clásico, el Manx 2.0 Electric abandona el chasis del Escarabajo y adopta una estructura monocasco de aluminio. Gracias a ello, el peso se mantiene en cifras sorprendentes: alrededor de 680 kg en la versión más ligera y unos 750 kg en la más equipada.
Cuenta con suspensión trasera independiente, frenos de disco y dirección asistida eléctrica, lo que mejora notablemente la estabilidad y la seguridad sin renunciar a la agilidad característica del buggy.
Autonomía, potencia y versiones disponibles
El Manx 2.0 Electric se ofrece con dos opciones de batería:
- 20 kWh, con una autonomía aproximada de hasta 240 km.
- 40 kWh, que permite alcanzar hasta 480 km en condiciones favorables.
La versión más potente desarrolla 202 CV y 325 Nm, con una aceleración de 0 a 96 km/h en apenas 4,5 segundos, cifras notables para un vehículo tan ligero.
Producción limitada y primeras unidades
En 2023 se fabricaron 50 unidades como parte de un programa beta, en el que los primeros propietarios colaboraron en el ajuste final del modelo. El lanzamiento oficial se produjo en 2024, manteniendo una producción muy limitada, acorde con su carácter exclusivo.
Un diseño que sigue inspirando
La silueta del Meyers Manx ha inspirado a generaciones de diseñadores. No es casualidad que Volkswagen presentara el prototipo ID. Buggy en 2019, claramente influenciado por este clásico californiano.
Su forma compacta, sus pasos de rueda marcados y su sencillez visual siguen siendo reconocibles décadas después.
Un icono que conecta pasado y futuro
El Meyers Manx representa una forma de entender el automóvil basada en la diversión, la sencillez y la conexión con el entorno. Su regreso en versión eléctrica demuestra que algunos diseños no envejecen, sino que se adaptan.
Más de medio siglo después, el Manx sigue siendo un símbolo de libertad sobre ruedas, capaz de emocionar tanto a quienes lo conocieron en su origen como a nuevas generaciones de aficionados.
