Nos las prometíamos muy felices con el anuncio del Gobierno, durante la anterior legislatura, de liberar todas las autopistas de peaje según vayan concluyendo sus concesiones. Aunque es verdad que la última no finalizará su contrato hasta el año 2074, las algo menos de 20 autopistas de pago que actualmente contabilizan más de 1.500 kilómetros de peaje en España iban a ir reduciéndose paulatinamente en los próximos años. Algunas de hecho, como la AP-1, la AP-2 o diferentes tramos de la AP-7 ya han eliminado con éxito sus barreras.
Sin embargo, diferentes noticias nos han alertado en las últimas horas. La primera, con el anuncio de la Diputación de Vizcaya de que la AP-68 y la AP-8, que terminan sus concesiones en noviembre de 2026, seguirán apostando a modelos de pago mediante peajes públicos que permitan liberar presupuestos para otros servicios sociales. Así lo ha confirmado esta misma semana el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Carlos Alzaga.

“No tengo motivos para pensar que va a ser gratis la autopista porque es necesario tener un peaje o un pago por uso para poder llevar a cabo el mantenimiento de la vía o mantener la redistribución de tráficos por el territorio, entre otras razones”, ha señalado un diputado de Vizcaya que ha confirmado que la titularidad de estas vías, a diferencia de otras, no pasará a ser del Estado sino autonómica.
La AP-9 no se rescatará y su gratuidad total es "inasumible"
La segunda noticia preocupante, sin embargo, nos llega de la AP-9, en Galicia, y por boca del propio Gobierno central, lo que confirma que la tendencia puede estar cambiando. Y es que el Ministerio de Transportes, Óscar Puente, ha asegurado en las últimas horas de que la gratuidad total en esta autopista de peaje es “difícil” por su coste “inasumible”. La respuesta llega tras la promesa del secretario general del PSdeG, Xosé Ramón Gómez Besteiro, que en campaña electoral aseguró que liberaría próximamente esta vía de peajes.
Desde el Ministerio de Transportes se han mostrado ahora por tanto reacios al rescate de una autopista de peaje que de momento no puede ser gratis, ya que “fijar unas bonificaciones del 100% supondrían un coste elevadísimo e inasumible con claros efectos lesivos para el Estado”. Aun así, Óscar Puente sí ha prometido aumentar las bonificaciones para los usuarios de esta vía de pago, con el objetivo de abaratar la circulación por una autopista que vertebra el territorio gallego sin alternativa real gratuita, “lo que es una situación injusta”.

La AP-9 tendrá, eso sí, mayor bonificaciones que antes
El Gobierno, con este objetivo, aprobará próximamente una partida de 27,6 millones de euros para bonificaciones, como “la mejor alternativa al rescate”, según ha confirmado el ministro de Transportes. El BNG, socio del Gobierno autonómico, ha celebrado la noticia y pide que estas nuevas rebajas se apliquen ya “cuanto antes”.
El pacto de gobierno contemplaba ya en Galicia un incremento de los descuentos para los considerados usuarios superrecurrentes de la AP-9 del 20% actual al nuevo 50%. “La intención del Ministerio es, aunque el presupuesto esté prorrogado y no se dispone de crédito, tramitar todas esas nuevas reducciones de peaje para que se puedan materializar lo antes posible”, ha adelantado el propio Óscar Puente.
Aun así, desde el Ministerio el Interior han querido también poner ya en valor “el volumen apreciable” de dinero que invierte el Gobierno en las bonificaciones actuales de la AP-9, garantizando que hasta un tercio de los ingresos de la concesionaria Audasa en esta vía de pago provienen hoy de las arcas públicas en modo de viajes subvencionados.