Lo solemos repetir con frecuencia: la ITV es un procedimiento vital para que todos los vehículos que vemos circulando por la carretera circulen con unas exigencias mínimas técnicas, de seguridad y medioambientales. Al menos, eso sí, para cerciorarse de lo anterior en el momento en el que entran en la estación ITV.
Durante la inspección, el técnico encargado se encargará de revisar los elementos más importantes del vehículo, entre los que se encuentra el punto que nos trae hoy aquí: los neumáticos. Tener defectos en los neumáticos del coche puede provocar que este último no apruebe la inspección y el conductor deba visitar el taller antes de volver a repetir la ITV.
Y es que los neumáticos están entre los elementos de seguridad más importantes en el vehículo, al ser el único punto de contacto entre este y la carretera. El mejor consejo que se le puede dar a un conductor a este respecto es que revise el estado de los neumáticos con suficiente antelación antes de pasar la ITV y, si están desgastados o en mal estado, llevarlos a cambiar. Y mucho ojo, porque un agente de Tráfico te puede sancionar con 200 euros por cada neumático que no esté en condiciones… ¡incluso te pueden inmovilizar el vehículo si considera que el vehículo no cumple las exigencias para seguir circulando!

El truco más cómodo y rápido para saber si el dibujo de la banda de rodadura está desgastado o no (cuya profundidad mínima legal es de 1,6 mm) es este: utilizando una moneda de 1 euro, la introduces en el surco del neumático. En el caso de que ya puedas ver el círculo dorado exterior de la moneda, debes cambiar dicho neumático. Lo suyo sería revisar periódicamente el estado de los neumáticos para evitar problemas; lo mismo con la presión de las gomas, la cual deberías comprobar al menos una vez al menos. Si circulamos con un neumático con una presión excesiva o deficiente, podría producirse un desgaste acelerado del neumático.
Otros defectos en los neumáticos que echan abajo una ITV
El desgaste del neumático o una rueda claramente desinflada no es el único motivo que puede echar abajo la ITV de coche. Se considera defecto grave llevar un neumático con dimensiones no conformes con los requisitos del vehículo, el montaje incorrecto de los neumáticos, diferentes tamaños en el mismo eje o en ruedas gemelas, reesculturado no autorizado, llanta no compatible o un neumático que roce contra otros componentes del coche.
Defecto muy graves en el caso de los neumáticos en la ITV son, por ejemplo, grietas, daños, cortes graves o cables visibles en la propia goma, así como ampollas, deformaciones anormales u otros signos de despegue del flanco o banda de rodadura que puedan ocasionar un peligro de reventón. En estos últimos casos, la ITV se considerará como negativa, por lo que el conductor deberá desplazar el vehículo al taller en grúa. Aquí tienes las diferencias entre una ITV desfavorable, negativa, favorable y caducada.