Como sabrás, la ITV es un procedimiento por el cual se analiza y comprueba que el vehículo cumple con las exigencias técnicas, de seguridad y medioambientales para poder seguir circulando. Es un trámite obligatorio que deben pasar todos los vehículos en función de su antigüedad: en el caso de los turismos, la primera ITV se debe cumplir a los cuatro años de su matriculación; después, cada dos años hasta cumplir la década, a partir de la cual se deberá realizar de forma anual.
Recuerda también que, por ejemplo, de ser declarado siniestro total tras un accidente, estarás obligado a pasar la ITV para comprobar que todo lo anterior sigue en orden tras su paso por el taller. Esta es una de las últimas novedades que hemos visto en España en lo que atañe a los exámenes en la ITV, pero hay más.
Al fin y al cabo, si no superas una ITV con tu coche, hay dos posibles resultados: desfavorable y negativo, ambas relacionadas con defectos graves detectables en el vehículo. La diferencia radicará en si podrás llevar el coche al taller por tus propios medios o no, ya que uno o varios defectos de mayor gravedad pueden hacer considerar al técnico de la ITV que suponen un grave peligro para la seguridad vial. Estos defectos graves pueden ser tener un retrovisor roto, utilizar neumáticos diferentes en el mismo eje, problemas con la iluminación, con la emisión de gases contaminantes, frenos en mal estado…

Diferencias entre una ITV favorable, desfavorable y negativa
¿Qué resultado podemos obtener en una ITV? Solo hay tres posibilidades, las cuales debemos conocer y diferenciar ya que, en el caso de no “aprobar el examen”, debemos llevar a cabo unos pasos y cumplirlos si no queremos recibir una multa. Lo analizamos a continuación:
- Resultado favorable: es lo que todos esperamos cuando vamos a pasar la ITV, con la tarjeta de la inspección técnica sellada y con la pegatina para colocar en nuestro parabrisas y para recordar cuándo nos tocará volver a la estación ITV. Ojo, porque no colocar la pegatina en el parabrisas puede costarte 80 euros de multa. Recuerda que no hay un número estipulado de defectos leves para echarte abajo la ITV; eso sí, asegúrate de corregirlos en los dos meses posteriores a la inspección.
- Resultado desfavorable: con solo un defecto grave en nuestro coche, o con una serie de defectos leves que puedan considerar que el vehículo pueda producir un peligro de seguridad, este no habrá pasado la ITV y tendremos por lo general dos meses de plazo (depende de la CC.AA. en cuestión) para llevarlo al taller a subsanar los posibles problemas. Ojo, porque en este caso solo tendrás permitido circular por carretera en dos desplazamientos: de la ITV al taller y del taller a la ITV, aunque recuerda que ya no estás obligado a repetir inspección en el mismo centro. Si te pillan circulando en cualquier otra circunstancia, se te puede multar con 200 euros. Entérate bien en la estación ITV del plazo que tienes para realizar las reparaciones pertinentes y de los costes que podría tener esa segunda inspección, ya que depende también de la región en la que realices la ITV.
- Resultado negativo: un fallo muy grave podría echar abajo la ITV y no solo eso, sino que el vehículo se quedará inmovilizado y deberás llevar el coche al taller (y después de vuelta a la estación) con una grúa. Si te pillasen circulando con la ITV negativa, la multa sería de 500 euros, sin posibilidad de reducción por pronto pago. Y de nuevo, tienes dos meses para arreglar el problema y volver a pasar la ITV en la misma estación, aunque podrías solicitar un cambio ante el órgano competente de tu comunidad autónoma.