¿Existen realmente los nuevos radares antifrenazo? Te lo aclaramos

La DGT ha salido al paso de algunas informaciones en las que se hablaba de nuevos radares antifrenazo. ¿Existen o no realmente? Te aclaramos todos los conceptos.

Los radares antifrenazo que desmiente la DGT, ¿existen o no existen?
Los radares antifrenazo que desmiente la DGT, ¿existen o no existen?

En las últimas semanas se ha corrido la voz de unos nuevos radares que estaría estudiando implantar la DGT. Los primeros rumores aseguraban que estos nuevos aparatos contarían con dos cámaras que registrarían nuestro paso en un solo aparato, por lo que de nada serviría frenar antes del primer control si, finalmente, se aceleraba poco después y el conductor era “pillado” desprevenido.

Después de semanas de comentarios, la DGT ha salido al paso de estas informaciones para desmentirlas y asegurar que no hay ningún aparato de este tipo en la mente del organismo. Pero, aunque este cinemómetro, concretamente, no parece que se vaya a instalar, si hay hasta tres tipos de controles que tienen funcionamientos parecidos.

Los radares de tramo son los preferidos por la DGT
Los radares de tramo son los preferidos por la DGT

¿Qué alega la DGT y qué sucede en las carreteras?

El primero, evidentemente, es el radar de tramo. Este controlador de velocidad registra el momento exacto en el que se pasa por un primer punto. A la salida del tramo controlado se vuelven a tomar los datos y se calcula a qué velocidad se ha recorrido este espacio. La media de velocidad confirma si hemos excedido el límite de velocidad permitido. Es decir, de nada sirve frenar ante la primera cámara y luego acelerar, pues el conductor será “pillado” si se salta los límites. Es, sin duda, el aparato que la DGT considera más efectivo para controlar la velocidad en carretera.

Otra opción de la que te hemos hablado en diversas ocasiones son los “radares en cascada”. La técnica es tan sencilla como colocar una patrulla con un radar móvil poco después de un cinemómetro fijo. De esta manera, se detecta si el conductor ha frenado previamente para evitar una primera multa y, finalmente, ha acelerado para recuperar la velocidad perdida.

Y, por último, hay otra posibilidad. Son lo que se ha llamado en los últimos tiempos “radares antifrenazo”. El objetivo es el mismo que los radares en cascada, pillar desprevenidos a quienes cumplen las normas sólo puntualmente y el procedimiento es el contrario que el anterior. Esta vez el radar móvil se sitúa poco antes del radar fijo, para descubrir a quienes frenan en el último momento ante un cinemómetro avisado por la DGT.

¿Existen o no existen los “radares antifrenazo”? La DGT ha desmentido que se traten de controladores que cuenten con dos cámaras y un solo aparato para la recepción de la información y la gestión de las multas pero sí sabemos que el organismo quiere aumentar el número de radares de tramo y que ha puesto en práctica las dos estrategias arriba señaladas. En la teoría, no existen estos cinemómetros. En la práctica, sí se pueden conseguir los mismos resultados.

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