A lo largo de los últimos años, la DGT ha incrementado notablemente los diferentes tipos de dispositivos y sistemas para el control y la vigilancia del tráfico en las carreteras españolas. El método más conocido es el de los radares, cuya tipología varía en función de su colocación y de su funcionamiento.
Los radares y cinemómetros mayoritarios en las carreteras de nuestro país son los siguientes: instalados en pórticos, postes, cabinas laterales, vehículos, trípode (los más comunes son los Veloláser) y de tramo. En el caso de los cinemómetros instalados en pórticos, postes y cabinas laterales, éstos se encuadrarían dentro de los llamados radares fijos, al igual que los de tramo, aunque el funcionamiento de éstos últimos es ligeramente diferente a los primeros. Por otro lado, los radares instalados en vehículos patrulla o en vehículos camuflados de la Guardia Civil de Tráfico y los de trípode se encuadrarían dentro de los radares móviles, cuya ubicación cambia en función de las zonas que se determinen a vigilar desde Tráfico.
Otro de los más modernos y avanzados sistemas de los que dispone la DGT para controlar y vigilar el tráfico es de los drones, unos pequeños dispositivos que detectan multitud de infracciones de circulación desde el aire. Según los datos técnicos facilitados por la DGT, cuentan con un radio de acción de hasta 500 metros de distancia, por lo que a partir de la misma pueden pillar in fraganti a los conductores imprudentes.
Los drones apoyan desde el aire la vigilancia, control y gestión del tráfico en nuestras #carreteras 🕊️👁️.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) January 5, 2022
Cuentan con radio de acción de 500 m. y están dotados de cámara de alta definición 📹.
Conóce mejor cómo funcionan👉 https://t.co/OSZwgREJTd #MejorMásDespacio💟 pic.twitter.com/BrLuuiwCi8
Los drones van provistos de cámaras de alta definición, pueden volar a una altitud operativa de hasta 120 metros y cuentan con una autonomía de vuelo de unos 20 minutos. El dron sobrevuela la zona a vigilar y desde una zona no muy alejada, el operador del mismo recibe las imágenes en una pantalla acoplada a los mandos de control y las transmite al instante. Las infracciones registradas pueden ser utilizadas como prueba para tramitar denuncias (es decir, para multar). Dichas infracciones captadas y plasmadas a través de las imágenes registradas por el dron son enviadas al correspondiente centro de gestión de tratamiento de datos y de denuncias de Tráfico prácticamente en tiempo real.