El conflicto entorno a las Zonas de Bajas Emisiones se calienta en España y amenaza con convertirse en un grave problema social. Obligatorias desde 2023 en más de 150 ciudades por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, la realidad es que a día de hoy, y a pocos días ya de que termine el último plazo avisado desde el Gobierno, menos de la mitad de ellas las tienen en vigor, con el resto en fase oficial aún de “en proyecto”, “en fase de diseño” o directamente “paralizadas por falta de consenso político”, como está sucediendo en importantes ciudades como, por ejemplo, Valencia.
Las Zonas de Bajas Emisiones, acorraladas entre la Justicia y la UE
Bruselas ya ha avisado a España de que no valen excusas y que es un imperativo legal incluido en la Directiva de Calidad del Aire. El incumplimiento no solo va a conllevar fuertes sanciones, sino incluso pérdidas fundamentales de subvenciones públicas que no van a pagar solo los ayuntamientos, sino todos los ciudadanos. Sin embargo, no es este el único conflicto que amenaza con tambalear las Zonas de Bajas Emisiones, ni mucho menos.
Judicialmente, como ya te hemos venido contando estos últimos meses, las ZBE están también contra las cuerdas. Una cadena de sentencias judiciales, con hasta 13 dictamenes ya, han anulado temporalmente hasta ocho Zonas de Bajas Emisiones en Cataluña, Madrid, Asturias, Extremadura y Castilla y León, y los recursos contra más áreas con restricciones circulatorias siguen presentándose ante los tribunales. En Madrid, incluso el Tribunal Superior de Justicia ha intervenido y las sanciones siguen aplicándose pero a la espera de una sentencia firme, ya que está aún pendiente un recurso de casación por parte del Ayuntamiento. Pero miles de multas podrían tener que ser devueltas por defectos de señalización en las áreas y por considerar algunos criterios como discriminatorios.
Nuevas movilizaciones sociales amenazan a las ZBE
Y a todo este conflicto, sumamos ahora otro que amenaza en las últimas horas con extenderse por España en próximos días: la movilización y el rechazo social. Si hasta ahora todo venía gestándose a través de asociaciones de automovilistas y despachos de abogados, ahora parecen los propios conductores los que entran en acción. En Granada, por ejemplo, acabamos de conocer que una persona ha sido detenida por llamar al boicot de las ZBE e instar a través de redes sociales “a reventar” el Ayuntamiento, "paralizar la autovía, o a destruir las cámaras de control que monitorizan el acceso de los vehículos al centro de la ciudad”.
No creemos obviamente es que este deba ser el camino de la movilización, sino que hay otros mucho más importantes que comienzan a gestarse por todo el país. Y es que asociaciones de conductores han convocado ya distintas marchas motorizadas y manifestaciones en próximos días por ciudades como Madrid, Barcelona, Granada, Reus y muchas más urbes afectadas por próximas Zonas de Bajas Emisiones.
En concreto, este próximo sábado 22 de noviembre la Asociación Vehículos Afectados por Restricciones Medioambientales (AVARM) ha convocado a las 17:00 en Madrid una concentración a pie, y simultáneamente una marcha motorizada contra las prohibiciones y restricciones tanto del plan Madrid 360 como de la Ordenanza de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Madrid, de la ley de Movilidad Sostenible y, en general, de todas las Zonas de Bajas Emisiones. Además, la convocatoria insiste en “reclamar el cumplimiento de las dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que anulan la ordenanza en sus puntos más discriminatorios dado que vulneran uno de los derechos fundamentales recogidos en la Constitución Española, en concreto el principio de igualdad recogido en el Art. 14 de la CE”.
Madrid recauda más de 1 millón de € diarios, gracias a las ZBE
Uno de los detonantes de las protestas ha sido, sin duda, la información publicada en las últimas horas respecto al récord de facturación obtenido por el Ayuntamiento de Madrid en los primeros 6 meses de año gracias a las multas en las Zonas de Bajas Emisiones. En concreto, las sanciones por incumplimiento en estos accesos se han incrementado en más de un 94%, permitiendo que Madrid recaude hasta más de 1 millón de euros diarios, su récord histórico de facturación por multas de tráfico.
Por todo ello, la movilización reivindica ya el fin de medidas que consideran “discriminatorias”, abogando “por la libertad de circulación”, mostrando también su “rechazo a la ampliación del SER fuera de la M-30 sin consulta popular vecinal en Madrid, sin haber creado transportes públicos adecuados ni aparcamientos disuasorios”, tal y como indica la ley del Cambio Climático. Las movilizaciones se anuncian también “contra el impacto en las familias y ciudadanos de menor poder adquisitivo” y “contra la discriminación a las personas con movilidad reducida con vehículos sin etiqueta no adaptados”.
Desde la asociación AVARM se exige también “facilitar la instalación de filtros de partículas, conversiones a gas y otro tipo de "retroadaptaciones" para los vehículos supuestamente más contaminantes, que con esa tecnología dejarían de serlo” y muestran su total rechazo a la aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible, “que plantea la creación de peajes urbanos y de otras medidas restrictivas contra las que presentamos alegaciones en su fase de tramitación”.
Próximas concentraciones anunciadas contra Zonas de Bajas Emisiones
Comunicada ya a la Delegación del Gobierno de Madrid, la concentración tendrá lugar desde las 17:00 el próximo día 22 de noviembre en la acera de la Puerta de Alcalá junto a la entrada al parque del Retiro, misma hora a la que se iniciará una marcha lenta con vehículos desde el aparcamiento de la plaza de toros de las Ventas hasta la propia Puerta de Alcalá.
Ese mismo día 22, como hemos avanzado, en Barcelona y Reus también se realizarán marchas motorizadas de protesta contra las discriminaciones de las Zonas de Bajas Emisiones, y el día 23 se realizará una manifestación en Granada, que se unen otras concentraciones realizadas en el mes de noviembre en Manlleu y otras ciudades, y que muestran un movimiento ciudadano incipiente de oposición a estas prohibiciones y restricciones. Llegarán más.









