Para muchos conductores los radares se han convertido en un verdadero suplicio. Si bien es verdad que como dicen muchos “si respetas la velocidad marcada, nunca te pillará ninguno”, otros abogan a que en muchas ocasiones se colocan en lugares en los que pueden pillar despistados a los conductores como puede ser una bajada pronunciada o justo en tramos cortos en los que se disminuyen los límites de la vía. Por no hablar de los camuflados.
Ahora bien, no podemos negar que los radares se han convertido en una máquina de recaudación de dinero y es muy difícil sucumbir ante sus encantos. Pese a que en teoría eran dispositivos para reducir la siniestralidad en las carreteras, da igual que miremos datos de la DGT, o sus homólogas en las comunidades en donde las competencias han sido transferidas, o de los ayuntamientos, las cifras en algunos casos son bastante altas.

Las nuevas empresas que ponen multas por los ayuntamientos
A través de un programa de Equipo de Investigación de 2023, pudimos descubrir cómo operan las nuevas compañías que ofrecen sus servicios de radares a diferentes ayuntamientos de todo el país. Su punto de partida fue la empresa que actuaba en localidades como Cazalegas (Toledo) o Batres (Madrid), cuyo nombre es Vialine.
Pero lo que se puede comprobar en el reportaje es que existen muchas más empresas que se dedican a este tipo de trabajos, ofreciendo campañas de velocidad a ayuntamientos sin tener que realizar ningún tipo de inversión y gestionando las sanciones que posteriormente se detecten.

Por aquel entonces se comentaba en el famoso programa de LaSexta que más de medio centenar de ayuntamientos de todo el país ya habían adjudicado la gestión del tráfico a empresas de este tipo, pero estamos seguro de que dos años después esa cifra habrá aumentado. Más cuando los resultados para las arcas municipales parece que están siendo bastante buenos.
Como se puede ver en las imágenes a través de una conversación grabada, la empresa en cuestión ofrece sus servicios tanto para la instalación como para la posterior gestión de las multas. Si cuentan con policía local serán los encargados de firmarlas antes de su envío, aunque en caso contrario también puede realizar esta misma función el alcalde o alcaldesa de cada localidad.

Otro de los aspectos que se denuncia en el reportaje es que este tipo de contrataciones deberían de hacerse públicas, incluso con concursos, pero por lo que han descubierto esto no pasa en la mayoría de los casos. Según se indica, cuando son contratos de menos de 15.000 euros suelen saltarse estos pasos que deberían ser obligatorios siempre.
Este tipo de empresas dejan mucha personalización a los ayuntamientos, pudiendo escoger la zona a controlar o incluso el límite de velocidad que quieren aplicar. A cambio, se negocia un porcentaje que se llevarán a cambio por cada multa que pongan, por lo que estamos seguros de que se van a esforzar al máximo para conseguir las más posibles.
Otros motivos para externalizar el control del tráfico
Más allá de los suculentos ingresos que hacen chiribitas los ojos de algunos alcaldes, existe otro gran motivo por que el se están externalizando el control de las multas de tráfico. Desde hace un tiempo, algunos ayuntamientos no dan abasto con tanta sanción y muchas de ellas terminan prescribiendo. Ante esa tesitura es mejor perder algo del dinero pagando a estas compañías, pero al menos cobrarlas todas.

Uno de los ejemplos que te hemos contado últimamente lo encontramos en Palencia, que ya anunció la externalización de las multas. Como comentaba anteriormente, la decisión se tomó porque un gran número de infracciones, y aquí incluimos tanto las leves como las graves, habían terminado prescribiendo sin poder ser gestionadas, con la consecuente pérdida para las arcas municipales.
Y su efectividad ha quedado más que demostrada. Uno de los primeros ayuntamientos que apostó por la externalización fue el de Es Migjorn. Según la información de El Diario de Menorca, en los diez primeros meses tras su puesta en marcha los ingresos se incrementaron 5 veces más de lo previsto, con una recaudación de 1.440.205 euros. Por si esa cifra no te ha impresionado, debes saber que esa localidad apenas tiene 1.370 habitantes.