Ay los bulos, cuanto daño hacen y han hecho a lo largo de la historia. Aquí os vamos a hablar de uno muy extendido hace años que, por supuesto, es del todo incorrecto. Se decía antes que, si un cartero traía a tu casa una carta certificada de la DGT y no la recogías, terminaba perdiéndose en un limbo y te librabas de tener que pagarla. Pues como publican en El Debate, con esta acción lo único que estás provocando es que la multa inicial pueda convertirse en unos dolorosos 1.500 euros.
Por tanto, no te escondas del cartero porque lo único que vas a conseguir es no saber a qué multa te estás enfrentando, ni tampoco el momento en el que se encuentra el procedimiento sancionador. Además, es importante conocer que en ocasiones también se usan estas cartas certificadas como comunicación desde el organismo de Tráfico para identificar cuál es el conductor culpable de la infracción.

Y como indicaba antes, en caso de no recogerla comenzarán a activar desde la DGT los recargos, para después ordenar que te sea retirado de la cuenta bancaria o de la declaración de Hacienda. Sobre esto último, desde el diario señalan que todos los años miles de devoluciones de Hacienda quedan retenidas por distintos procedimientos ejecutivos entre los que se incluyen habitualmente las multas de tráfico. Y algo por lo que tan solo podrías haber pagado 200 euros, incluso 100 utilizando el prontopago, se pueden convertir en 500 o 600 euros.
¿Qué pasa cuando no recojo la carta?
Como se puede leer en la web de Correos, las cartas certificadas solo tienen un intento de entrega. En el supuesto caso de no recogerlas se te dejará un avisó en el buzón, el famoso papelito, en donde se te indicará la oficina donde podrás recogerla y el plazo que tienes antes de que sea devuelta (son 15 días).

Supongamos que sigues con una actitud un tanto rebelde y tampoco has ido hasta la oficina de Correos a por la carta. Entonces desde la DGT seguirán los trámites que pasan por publicarlo en el BOE, en el Tablón Edictal Único o en Testra, donde cualquiera de ellos tiene validez como notificación.
Como estas tres últimas opciones la mayoría de los ciudadanos no las consultamos a diario, el resultado final será el siguiente:
- Si era una falta leve pagarás 200 euros en vez de 100 y como en el resto sin poder acogerte al pronto pago
- El segundo caso es que pueda ser de tipo grave, donde los 200 euros iniciales se pueden convertir en 600 euros
- La multa más dolorosa es la considerada como muy grave. Lo normal es que inicialmente sean 500 euros, que pasarían por querer evitarla a toda costa a 1.500 euros