El coche autónomo sigue viéndose hoy en día como una solución a la que le quedan bastantes años para ponerse a la venta de forma segura. Porque, aunque muchos piensen que los Tesla “ya conducen solos”, la realidad es que la industria del automóvil a estas fechas todavía se encuentra en el nivel 3 de los 5 estipulados, siendo este último con el que podríamos decir eso de “mira mamá, sin manos”.
Con el fin de poder llegar a ese nivel máximo, los fabricantes necesitan poder probar los coches en entornos reales de forma legal y es aquí donde aparece la Comunidad de Madrid. A través de una información publicada en El País hemos conocido que el gobierno comandado por Isabel Diaz Ayuso está preparando una ley de movilidad que fomente los vehículos autónomos en la región, como se puede leer ya en el portal de transparencia.

La idea, según el mismo medio, es que se pueda aprobar este proyecto a lo largo de este 2025 en la Asamblea regional, en donde el Partido Popular tiene la mayoría absoluta. Para ello quieren hacerlo bajo la normativa que está preparando la DGT para estos temas (presentaron un borrador en marzo de 2024), aunque como en el caso de las motos y los arcenes que publicábamos esta mañana, todavía no tienen fecha exacta para su promulgación.
Sacado de la documentación publicada por la Comunidad de Madrid, más allá de fomentar los coches autónomos también se busca “desarrollar un sistema competitivo de movilidad mediante digitalización, una mejora en la planificación de los viajes y desplegar plataformas de transporte a demanda y de movilidad”. Y de paso aprovechan para ponerse como espejo de otras grandes capitales como pueden ser Londres o Berlín a los que “nos podríamos acercar pues ellos llevan años con proyectos en marcha”.

Incluso dentro del proyecto se atreven a descifrar grandes incógnitas que al final todos tenemos con los coches autónomos. Lo ideal sería buscar un sistema que fuera bien aceptado por parte de la población, trabajando para controlar la interacción entre las personas y los vehículos e incluso pudiendo gestionar los conflictos que surgieran entre ambos. Sin olvidar el gran dilema, en donde el coche tiene que ser capaz de priorizar la seguridad de los transeúntes y otros usuarios que participan en la circulación antes de seguir sus órdenes establecidas.
Repasando un poco la hemeroteca vemos que los coches autónomos ya han paseado por la Comunidad de Madrid hace unos años. Los primeros estaban englobados dentro de un proyecto piloto de un autobús autónomo que circulaba por la Universidad Autónoma (campos de Cantoblanco) en enero de 2020. Y el pasado año, en concreto en el mes de septiembre, con motivo de la semana de la movilidad hubo otro vehículo de las mismas características circulando por el centro de la capital, en concreto en un trayecto entre Colón y Cibeles. También se conocen otros test con furgonetas de reparto en Las Rozas entre 2020 y 2022, así como el Citroën que fue capaz de viajar desde Vigo a Madrid en 2015.

Unificación de las Zonas de Bajas Emisiones
Dentro de ese “Anteproyecto de Ley de movilidad de la Comunidad de Madrid” también existe otro punto que cada día preocupa más a los conductores: las Zonas de Bajas Emisiones. Con la idea de impulsar su implantación en los municipios de más de 50.000 habitantes que todavía no lo han hecho, desde el Gobierno regional se pretende “armonizar la normativa actual, que es muy dispersa", según comentó el portavoz, Miguel Ángel García Martín. El político comentó también que se pretende “establecer un marco común en actuación en transporte y movilidad para que no haya una normativa contradictoria entre unos ayuntamientos y otros”.
Pues puestos a escoger un marco común para toda la Comunidad desde Autopista les realizamos una humilde sugerencia. Siendo una de las ciudades pioneras en implantarlo, la normativa de Rivas-Vaciamadrid es de las que menos penalizan a los conductores en toda España, situándose solo en zonas cercas a centros escolares y solo funcionando en horas de entrada y salida de los niños.