Cómo saber si un neumático es de invierno o de verano es clave para garantizar una conducción segura en distintas condiciones climáticas. La elección incorrecta podría afectar el agarre, el frenado y la estabilidad del vehículo, especialmente en situaciones extremas.
A continuación, te explicamos cómo diferenciarlos y cuál es la mejor opción según tus necesidades.
Principales diferencias entre neumáticos de invierno y de verano
Para reconocer el tipo de neumático que equipa tu coche, presta atención a los siguientes factores:
Niveles de presión recomendados
- Neumáticos de invierno: Se recomienda una menor presión para aumentar la superficie de contacto con la carretera, mejorando el agarre en nieve o hielo.
- Neumáticos de verano: Funcionan con una presión más elevada, lo que favorece la estabilidad y la eficiencia del combustible en carreteras secas.

Dibujo de la banda de rodadura
- Invierno: Cuentan con ranuras más profundas y láminas adicionales que facilitan la evacuación del agua y la nieve, proporcionando un mejor agarre en condiciones húmedas o nevadas.
- Verano: Su diseño tiene menos ranuras y se enfoca en la estabilidad y la reducción de la resistencia al rodamiento, optimizando el rendimiento en pavimento seco y cálido.
Temperatura de funcionamiento
- Neumáticos de invierno: Están diseñados para ofrecer máximo rendimiento por debajo de los 7°C. Su compuesto de goma mantiene la elasticidad en frío.
- Neumáticos de verano: Funcionan mejor a temperaturas superiores a 7°C, ya que su goma más dura evita el desgaste prematuro en climas cálidos.
Identificación visual
Para asegurarte de que tienes los neumáticos correctos, revisa los símbolos en el lateral:
- Neumáticos de invierno: Llevan el símbolo 3PMSF (tres picos con un copo de nieve), lo que certifica su desempeño en nieve y hielo.
- Neumáticos de verano: No tienen símbolos específicos, aunque pueden indicar M+S (Mud & Snow) si son aptos para condiciones de barro y nieve ligera.

Rendimiento en distintas condiciones
- Verano: Ofrecen mayor estabilidad, menor resistencia al rodamiento y mejor eficiencia de combustible en carreteras secas y calurosas.
- Invierno: Destacan por su agarre superior en nieve y mejor frenado en carreteras húmedas o heladas.
Alternativa: Neumáticos todo tiempo
Si buscas una opción intermedia, los neumáticos todo tiempo (all season) combinan características de ambos tipos. Son una alternativa versátil para quienes conducen en climas moderados, aunque no son tan efectivos como los neumáticos específicos en condiciones extremas.
Mantenimiento adecuado según el tipo de neumático
- Neumáticos de invierno: Revisión frecuente de la presión, almacenamiento en lugar seco cuando no se usen y reemplazo cuando la banda de rodadura baje de 4 mm.
- Neumáticos de verano: Mantener la presión correcta, rotarlos cada 10.000-12.000 km y cambiarlos cuando la profundidad del dibujo sea menor a 1.6 mm.

Distinguir entre neumáticos de invierno y de verano es importante para la seguridad y el rendimiento de tu coche. Antes de elegir, considera el clima habitual donde conduces y tus necesidades de conducción.
Si sueles ir por zonas con inviernos duros, los neumáticos de invierno son imprescindibles. Por otro lado, si circulas en climas cálidos o templados, los de verano ofrecerán un mejor rendimiento y menor consumo de combustible.