Justo en el momento en el que se quiere impulsar la venta de coches eléctricos han llegado los aranceles para aquellos que se fabrican en China, que encima son mayoría. En la Unión Europea, que al final es lo que nos afecta directamente, a algunas marcas se les va a aplicar una tasa del 38,1%, mientras que, al otro lado del Atlántico, Estados Unidos quiere que esa cifra alcance el 100%, sobre todo si al final termina llegando al poder Donald Trump.
Lo más curioso de todo es que en nuestro territorio se aplicará este arancel tanto a los fabricantes llegados de China como a otros europeos o americanos que ensamblan sus modelos en el gigante asiático. Por este motivo se han visto afectados coches como el Dacia Spring, el Mini Cooper SE o el Tesla Model 3, ejemplos que acumulan bastantes ventas en España.

Llegados a este punto hay marcas que están empezando a realizar movimientos rápidos en sus fábricas para intentar evitar estos aranceles que lo único que hacen es encarecer unos productos que ya lo son de partida. Conocemos que Leapmotor, la firma china adquirida por Stellantis, va a empezar a montar coches en Polonia y no es el único gran movimiento.
La estrategia de Polestar para evitar los aranceles
Pero quizás el mejor ejemplo de esta nueva estrategia “antiaranceles” sea la que va a aplicar en los próximos años Polestar. Esta firma de origen sueco pero perteneciente al grupo chino Geely se ha incluido dentro de las tasas de la Unión Europea dentro de las que pagarán alrededor de un 20% más. Algo que afecta directamente sobre el 2, la berlina que llega a nuestros concesionarios desde Luqiao (China).

Pues justo antes del lanzamiento del Polestar 3 hemos conocido que va a empezar a ensamblarse en la factoría que tiene la marca en Carolina del Sur (Estados Unidos), a la misma vez que también sale de Chengdú (China). La marca lo ha vendido como que será “el primero que se fabricará en dos continentes”, pero la realidad nos dice otra cosa.
Al salir los coches de la línea de Ridgeville, el Polestar 3 elude de un plumazo los altos aranceles que quiere implantar Estados Unidos. De paso, según nos han comunicado, las unidades que llegarán a Europa también serán de esta fábrica, por lo que no se verán perjudicados en el viejo continente.

Pero no ha sido el único movimiento anunciado por Polestar. En el caso del 4, su siguiente modelo en llegar al mercado, la idea es repetir la misma fórmula de montarse en dos fábricas simultáneamente, pero en su caso será en el mismo continente. Así las unidades que veremos en España a partir del 2025 llegarán directamente de Busan (Corea del Sur), mientras que también tendrá producción local en Ningbo.