La velocidad, las emisiones y, sí, muy pronto también el ruido. La conciencia medioambiental alcanza también de manera importante al ruido, que también influye muy negativamente en la salud y la contaminación. Por eso, ya hemos conocido desde hace meses la intención de popularizar en Europa nuevos radares que controlen precisamente ya el ruido que producen los vehículos en circulación, con el objetivo, por supuesto, se sancionar a los que excedan los límites exigidos en cada ciudad.
De momento, los nuevos radares de ruido ya se están probando en Francia. París y otras ciudades del estado galo ya los tienen en funcionamiento en fase experimental, con el objetivo de llegar a sancionar a quienes excedan los 55 dB, que Francia contempla como el umbral a partir del cual es un peligro potencial para la salud. Y atentos, porque en función del volumen y lugar de emisión, en París se estudian ya sanciones de entre 60 y 60.000 euros.
Gijón: la compra de los nuevos radares, a debate
Pero no solo será un nuevo medio de control en Francia. En España ya se estudia también su implantación y dos ciudades comienzan a solicitar los permisos necesarios para poder poner en marcha los primeros radares de ruido del país. La primera de la que hemos tenido noticia ha sido Gijón, donde, tal y como ha informado La Nueva España, la Comisión de Medio Ambiente del Ayuntamiento va a debatir próximamente la compra de estos nuevos aparatos para, además, vigilar también con ellos el ruido de bares, restaurantes y obras.

Vitoria: propuesta para que sea la primera ciudad de España con estos radares
Hoy, además, hemos conocido otra ciudad que quiere también postularse como la primera ciudad de España que instale radares que sancionen por el ruido a los coches: Vitoria. Y es que, tal y como informa la Cadena Ser, el grupo municipal Elkarrekin Podemos ha reclamado ya que se incluya en la ciudad una experiencia piloto directamente en 2022, que no tendría carácter sancionador de inicio.
El objetivo de Elkarrekin Podemos sería instalar este tipo de radares por la ciudad y tenerlos a prueba durante un año para, si se detecta su buen uso y que funcionan bien, comenzar ya a sancionar a partir del próximo año 2023. La idea inicial trasladada consistiría en ubicar estos nuevos radares en zonas de alto tráfico y en especial para controlar los vehículos de gran cilindrada que por la noche circulan con los silenciadores trucados o aquellos que transitan con la música muy alta.
Los nuevos radares de ruido son aparatos con tecnología de cámara de 360 grados, que incluyen cuatro micrófonos capaces de medir los decibelios y la dirección de la que viene el ruido.