La Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada en España el año pasado introducía una novedad importante de cara al inminente año 2023: todas las ciudades de más de 50.000 habitantes, así como las de más de 20.000 con índices de contaminación elevados, debían contar con una Zona de Bajas Emisiones de forma obligatoria.
Estas ZBE restringirían el tráfico rodado de vehículos de forma importante, penalizando en primera instancia a todos aquellos que no contasen con el distintivo ambiental de la DGT. Es decir, los de la categoría A, aquellos coches de gasolina matriculados en el año 2000 o anteriores, y los diésel matriculados en el año 2005 o antes.
Ahora bien, como ya hemos visto en Madrid con su ZBE, las restricciones también ponen en el punto de mira a los vehículos con etiquetas B y C, que serían los siguientes en la lista en sufrir estas restricciones. Es más, en el documento de “Información pública sobre proyecto Real Decreto Zonas de Bajas Emisiones” del Gobierno de hace unos meses se decía lo siguiente: las ZBE “afectarán prioritariamente a los vehículos con más potencial contaminante, como son los vehículos A, y, progresivamente, a los vehículos B y C”.
El hecho de apuntar directamente a los vehículos sin etiqueta afecta directamente a un tercio del parque automovilístico español. Según datos del Observatorio de la Posventa de Faconauto y de la plataforma del motor Sumato, 1 de cada 3 vehículos en España no dispone de etiqueta medioambiental. Estos tendrán un futuro a corto y medio plazo complicado: se quedarán sin poder moverse, esperando a ser achatarrados o bien vendidos a zonas rurales o de núcleos de población pequeños donde no existan estas restricciones de tráfico.
Eso sí, todo dependerá de cómo organice cada localidad las restricciones en sus ZBE. Está claro que los vehículos de la categoría A serán sí o sí los principales afectados, pero se deja abierta la puerta a que los coches B y C también sufran restricciones… lo que elevaría sustancialmente el porcentaje de vehículos afectados en España.

Las ciudades que se verán afectadas por las nuevas ZBE
En España, hay una lista de 149 localidades afectadas por la obligación a contar con su propia Zona de Bajas Emisiones antes de que termine el año 2022. Lo cierto es que un bajo porcentaje de estas tiene ya conformada su propia ZBE o está a punto de estrenarla, mientras que el resto o bien se ha desentendido o no llegará a tiempo.
Según lo publicado en el portal digital del diario El País, tan solo hay 20 ciudades que cumplirán con lo que dice la Ley de Cambio Climático antes de que llegue el 2023. De estas, seis ZBE ya trabajan a pleno rendimiento: las de Madrid, Barcelona, Pamplona, L’Hospitalet de Llobregat, Cornellá de Llobregat y Sant Cugat. Otras que llegarán a tiempo son las madrileñas Rivas, Fuenlabrada y Alcobendas, así como Pontevedra.
Sin determinar fecha, pero con planes definidos, estarían los ayuntamientos de Córdoba, Sevilla, Burgos, Ciudad Real, Melilla, Coslada, Parla, Talavera de la Reina, Algeciras y San Cristóbal de la Laguna. Como ves, el porcentaje de ciudades que estarán preparadas “más o menos” a tiempo con sus Zonas de Bajas Emisiones es de apenas del 13 por ciento…