El proyecto del Seat Córdoba tiene relación con los que dieron lugar al Renault Siete/7 y al Seat Málaga: aumentar la gama con una versión de tres volúmenes, a partir de un coche pequeño.
Una berlina funcional basada en el Seat Ibiza, pero con estilo propio
Giugiaro creó así un maletero corto y alto muy al estilo de entonces. La batalla y las vías eran iguales que las del Ibiza, a igualdad de versión, y la longitud aumentaba 29 centímetros, hasta los 4,11 metros totales. Por similitud al primer Toledo, la parte superior de los pilotos traseros estaba unida por una tira reflectante (el “teléfono”), aunque con formas redondeadas más semejantes a las del segundo Toledo. Esas líneas curvas también estaban en otras zonas, como un tercer acristalamiento lateral muy distinto al del Ibiza de cinco puertas. Además, su luneta quedaba muy inclinada.

Es decir, a diferencia de productos puramente funcionales que resultaban de añadir un tercer volumen, el Córdoba tenía un estilo propio. Esa imagen se reforzó en 1996 con el Córdoba SX de dos puertas, de la que hubo versión Cupra con el motor Audi de 1,8 litros con turbo y 20 válvulas.
La evolución del Córdoba fue paralela a la del Ibiza, con una primera remodelación en 1996, que afectó a la carrocería y la gama de motores, y otra más profunda en 1999, cuando Seat implantó el frontal característico de la marca entonces.
La gama de motores fue también semejante a la del Ibiza. En gasolina tuvo inicialmente versiones de 1,4 a 2,0 litros monoárbol con ocho válvulas, en casi todos los casos reemplazadas por el biárbol de 16 válvulas con la remodelación de 1996. En Diesel empezó con unidades de inyección indirecta de 1,9 atmosférica (que no iba nada mal para ser lo que era) y con turbo, más desagradable en ciudad. En 1996 Seat implementó el 1,9 de inyección directa, sin Turbo (SDI) o con el (TDI) en las variantes de 90 (más fiable) y 110 CV.

Me parece particularmente interesante el familiar Córdoba Vario. Era muy funcional para su tamaño. Le venía muy bien a personas con perro y se podía meter fácilmente una bicicleta desmontando una rueda.
Cotización del Seat Córdoba (1993–2002): 5.000 - 500 €
Hay mucho donde elegir y el margen de precio es enorme, en función de la versión y los kilómetros. Hay unidades con un precio algo superior a lo que da un desguace por llevárselo. Ya entre 1.000 y 2.000 € aparecen muchas opciones con un aspecto razonable, aunque dentro de ese rango es difícil encontrar las que tienen menos de 200.000 km. Por encima de los 3.000 empiezan a verse las versiones con acabado Sport y los motores más potentes. Lo más difícil es encontrar una unidad anterior a 1996 en buen estado y con pocos kilómetros. Por el contrario, abundan las posteriores a 1999. El Vario no está significativamente más caro, pero lamentablemente hay muy pocos a la venta actualmente en las páginas de anuncio clasificados.

Los puntos débiles del Seat Córdoba
- Como en el Ibiza, la parte inferior de chapa del paragolpes trasero se abollaba fácilmente con bordillos.
- Sobre todo en las unidades hasta 1999, el sistema eléctrico podía generar distintos fallos.
- El caudalímetro del TDI tenía poca vida útil, menor en la versión de 110 CV que en la de 90.
- El caudalímetro del TDI solía fallar, más en la versión de 110 CV que en la de 90.