Más de siete millones de personas pierden la vida al año por culpa del tabaco, casi seis millones son fumadores directos y el resto son fumadores pasivos, es decir, personas expuestas al humo del tabaco ajeno, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero además de por motivos de salud, fumar al volante puede provocar distracciones y es una de las razones por las que estos datos se incrementan. Norauto, la cadena de mantenimiento rápido del vehículo, ha enumerado hasta siete motivos para no fumar mientras se conduce con el fin de sensibilizar a los conductores sobre el peligro de esta acción.
1.Fumar al volante no se considera una infracción, pero podrían sancionarte por ello si implica una distracción y afecta a la total libertad de movimientos del conductor. El agente de la autoridad será el encargado de determinar si el hecho de fumar está o no afectando a la seguridad vial.
2.Fumar mata. Lo dice la OMS y lo puedes leer en cada cajetilla de tabaco. Pero cuando vas en coche, fumar perjudica tu salud y la de los pasajeros. Al tratarse de un espacio reducido, el humo llega de forma directa al resto de ocupantes, convirtiéndose en fumadores pasivos. Recordamos que hay países que ya están prohibiendo fumar en el coche, sobre todo si hay niños en su interior.
3.Fumar al volante supone una distracción. Ya lo hemos comentado. Encender un cigarrillo implica una distracción mínima de cuatro segundos. Durante este tiempo, el coche circula a altas velocidades sin control. A esto hay que añadir la posibilidad de que caiga ceniza sobre nosotros, con la consiguiente retirada de la vista de la carretera y la búsqueda del tabaco dentro del habitáculo.
4.Fumar al volante afecta a la capacidad de reacción del conductor. Durante el tiempo que se tarda en fumar, una mano sujeta el cigarro. De esta forma es imposible sujetar el volante con las dos manos y con firmeza. La capacidad de reaccionar del conductor ante posibles imprevistos se ve mermada.
5.Fumar dentro del coche reduce la eficiencia del filtro de habitáculo, cuyo objetivo es garantizar la calidad del aire y que circule correctamente. Probablemente se tenga que cambiar con más frecuencia de lo habitual. De no hacerlo, habrá olores desagradables y la cantidad del aire filtrado que se respirará dentro del vehículo será reducida.
6. Debido a lo anterior, el aire es menos puro y perjudica un estado de alergia y agrava un estornudo o ataque de tos.
7. Olores que no se van. Aunque menos importante, el coche adquiere un olor especial que posteriormente es difícil de eliminar. Este olor puede resultar desagradable para mucha gente y puede contribuir al mareo en los viajes largos.
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