Las fuertes rachas de viento en la carretera pueden darnos más de un susto mientras conducimos, especialmente cuando salimos de túneles, al adelantar a un camión, al superar un edificio o construcción… Un golpe de viento puede ocasionar que nuestro vehículo modifique su trayectoria sin que nosotros queramos; por ello, saber cómo anticiparnos y, si no cabe más remedio, cómo reaccionar resulta vital para nuestra seguridad y la del resto de usuarios.
La DGT nos recuerda las claves que tenemos que tener en cuenta cuando conducimos con fuertes ráfagas de viento en la carretera, las cuales pueden comprometer la estabilidad de nuestro vehículo:
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Para todos estos casos, es vital sujetar el volante con las dos manos con firmeza.
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Evita los movimientos bruscos que puedan descolocar aún más nuestro vehículo.
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Saber la dirección del viento es importante: fíjate en las mangas de viento que nos encontramos en diferentes puntos de la vía, como en puentes o zonas delicadas; si no las localizas, fíjate en la vegetación de alrededor.
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Si el viento está golpeando tu vehículo lateralmente, tendremos que llegar el volante ligeramente girado contra la dirección de este (si azota por la derecha, girar un poco el volante hacia la derecha). Pero ojo cuando estés superando, por ejemplo con esta dirección del viento, un vehículo voluminoso: al pasar por su lado, el viento dejará de afectarnos y se producirá el efecto pantalla, por el cual el coche tenderá a acercarse al camión, autobús… En ese punto, deberemos volver a poner el volante recto, hasta que logremos sobrepasar el obstáculo: llegados a este punto, volveremos a tener el viento empujándonos, por lo que tendremos que volver a corregir la dirección de nuestro vehículo.
⚠️Las ráfagas de #viento 💨 pueden poner en peligro la estabilidad de tu vehículo⚠️.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) December 19, 2019
Evita movimientos bruscos, reduce la #velocidad y sujeta fuerte volante o manillar. Echa un vistazo 👁️ a las situaciones de riesgo que te puede plantear 👇 https://t.co/Ncnloo1Ev9 pic.twitter.com/6s7AMZHJs6
Sistemas como el control de estabilidad o el asistente de cambio involuntario de carril son importantes para no comprometer aún más la estabilidad y, en consecuencia, la seguridad del coche. La aerodinámica juega un papel importante: cuando menos eficiente, aerodinámicamente hablando, sea el coche (con formas más cuadradas, por ejemplo), más superficie hará resistencia al viento y más empuje lateral podremos sufrir.
Lo mismo pasa con los portaequipajes en el techo, las bicicletas, los remolques… En situaciones de fuerte viento, es recomendable evitarlos; si no hay más remedio, siempre puedes recurrir a los conocidos cofres o baúles portaequipajes que cuentan con un diseño específico para penalizar lo menos posible la aerodinámica del vehículo.
#BuenosDias
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) December 19, 2019
⚠️Mucho cuidado hoy con el #viento🌬️⚠️.
Especial precaución en puentes, salida de túneles y adelantamientos. Y sujeta fuerte el volante o manillar, que una racha fuerte de viento te puede hacer volar...🪁 #FelizJueves #DGTeros pic.twitter.com/zIbIRstt4T