¿Ha subestimado Toyota al coche eléctrico?

Toyota ha creado una sociedad de capital riesgo para el desarrollo de vehículos eléctricos, ¿llega demasiado tarde o es que el hidrógeno no llegará?

Miguel García Puente. Twitter: @Miguelgpuente

¿Ha subestimado Toyota al coche eléctrico?
¿Ha subestimado Toyota al coche eléctrico?

A los vehículos eléctricos puros, esos con una batería y un motor, Toyota los tenía un poco de lado. Un iQ EV, un Rav4 EV -que, de hecho, habían encargado a Tesla la fabricación-, y un triciclo pendular i-Road monoplaza... puros experimentos. Hasta ahora: a partir de diciembre comenzará a funcionar un ente independiente para el desarrollo de coches eléctricos, que se nutrirá de los recursos tecnológicos del Grupo Toyota. Con ella quiere dar respuesta a la ofensiva de eléctricos de Toyota anunciada a partir de 2020.

 

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Una "start-up" para eléctricos

Ahora Toyota es conocida por sus híbridos. Se adelantó hace casi 20 años, tropezó, rehizo el tiro y ahora el coche híbrido -con el Prius como emblema global- es tendencia. Cuando lanzó el Toyota Mirai, con un depósito de hidrógeno, Toyota lo hacía pensando que volvería a repetir esta historia de éxito visionario. Por revolucionario que pueda parecer el Mirai, de nuevo se trata de un coche híbrido, a base de un combustible, que en lugar de oxidarse en un motor, lo hace dentro de una pila de hidrógeno, con mucho mayor rendimiento.

Intentando repetir la mágica poción del primer Prius, con empleados de distintas áreas de Toyota trabajando en sus horas libres para un proyecto "loco", Toyota ha creado una estructura fuera de Toyota, independiente. Como entonces, un proyecto de individuos, porque serán contadas personas, venidas de Toyota Motor Corporation, Toyota Industries Corporation, Aisin Seiki y Denso Corporation. Buscan ese toque de genialidad y de entusiasmo de lo prohibido, de romper con los métodos de trabajo rigurosos de Toyota, copiados por gran parte de las industrias, para buscar agilidad y acelerar los proyectos y los resultados.

Toyota argumenta la necesidad de desarrollar rápidamente diversas soluciones de cero emisiones, para las diferentes necesidades de movilidad de los usuarios: ese es el objetivo de la nueva empresa, lo que viene a reconocer que, con una gama de solo híbridos, han dejado un serio flanco abierto a la competencia. La competencia podrá sonreír, pero no reírse, porque el metódico banco de conocimiento de Toyota está ahí, también su conocimiento de motores eléctricos y de baterías, aparte de su siempre revolucionario método productivo. Cuatro genios locos, bebiendo libremente de una inmensa biblioteca de tecnologías y con un presupuesto desconocido y largoplacista -el plan de Toyota de desconectar de las energías fósiles mira a 2050-, podrían revolucionar tanto como Tesla... pero con escalas de primer fabricante mundial. Todo esto, mientras la red de abastecimiento de hidrógeno toma forma para los coches de FCV de pila de combustible.

Se da la circunstancia de que el líder de eléctricos, el conglomerado de Nissan y Renault con sus Nissan Leaf y Renault Zoe especialmente, ha desvelado hace poco más de una semana su incursión en el mundo del eléctrico de autonomía extendida, una suerte de eléctrico dotado de un generador movido por un motor gasolina. Un paso antes de proclamar que Nissan-Renault, por su parte, tenían demasiado abandonado al híbrido, salvo algún Infiniti y los primeros pasos de los Renault Scénic de 48 voltios.

Volkswagen, el principal rival de Toyota en ese "ahora-no-deseado" puesto de mayor fabricante mundial de automóviles, apostó hace años por desarrollar el coche eléctrico, al reclamo del gobierno alemán. Sin embargo, no parece que vayan a cumplirse, ni de lejos, las aspiraciones de Angela Merkel del millón de coches eléctricos en 2020. El mercado no respondió al VW e-Up ni al VW e-Golf, pero los cimientos para hacerlos ya los había colocado Volkswagen. En eso llevan ventaja a Toyota. Y también es ventajoso haberse equivocado haciendo un eléctrico idéntico a un Golf. De los errores se aprende. Cuando en 2020 lancen la versión de serie del concepto VW ID parecerá un coche claramente distinto de un Golf, alejándose del coche de siempre. Su motor trasero trastoca la construcción convencional, pero demuestra haber aprendido: el concepto e-Up era así, con su motor detrás (incluso las versiones de motor de combustión) pero "sucumbió" a la tracción delantera para parecer a los otros VW Up. Ahora para Volkswagen coche eléctrico rima con motor y propulsión trasera, como también se vio en el VW Budd-e, que fue el primero en anunciar una fabricación mediante el "kit modular eléctrico" que luego mostró el VW ID.

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