Poco a poco, con el paso de los meses unos, otros con el paso de los años e, incluso, hasta con el paso de los días algunos, nos relajamos al volante. Es el tiempo que tardamos en aprender a conducir. Porque con el paso del tiempo, lo creamos o no, circular se acaba convirtiendo en automatismos al volante.
Lo que al principio es todo atención, conforme nos alejamos de la fecha del examen de conducir nos tomamos más licencias al volante. Cambiamos de emisora, cantamos canciones, discutimos airadamente con el copiloto, sacamos el brazo por la ventanilla… Distracciones que parecen insignificantes y que pueden provocar un grave accidente.
Entre los factores humanos que nos pueden llevar a #distracción mientras conducimos se encuentran la fatiga, una conversación animada en exceso, el estrés, el consumo de tóxicos, etc.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) July 14, 2021
Al volante, céntrate en una sola cosa, conducir. #CERODISTRACCIÓN pic.twitter.com/OnIQBgGX2I
La multa de hasta 200 euros y tres puntos que no pensarías
En esto último ha querido centrarse la DGT. Ya sabemos que las distracciones son la principal causa de muertes en carretera (por encima de la velocidad) y el teléfono móvil es el principal protagonista, por lo que el organismo ha elevado el castigo por su uso.
Sin embargo, hay otro tipo de acciones en las que podemos incurrir repetidamente y de las que no somos conscientes. Tampoco de que pueden provocar una sanción, como llevar el codo en la ventanilla. Si un agente quiere, esta acción puede incumplir los flexibles artículos 17.1, “los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos"; y 18.1, “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía"; del Reglamento General de Circulación.
No sólo sacar el codo por la ventanilla se entienden como infracciones de estos artículos, también controlar la radio, comer y beber al volante o mantener una conversación que descuide la atención en la conducción. Son acciones que se multan con 80 euros pero que, en el peor de los casos, pueden alcanzar los 200 euros y la resta de tres puntos en el carné, si el agente entiende que estamos provocando un mayor riesgo en la vía.
