Dentro del segmento de los SUV más pequeños, en Volkswagen decidieron hace un tiempo hacer una doble apuesta. En un formato más convencional apareció primero el T-Cross, pero después llegó el Taigo, como una alternativa en carrocería coupé con un mayor tamaño y compartiendo muchos de esos elementos.
En el siguiendo vídeo hemos cogido un Taigo para probarlo en profundidad y compararlo con su hermano pequeño. Y si escuchas la primera frase ya te quedará claro con cuál nos quedaríamos nosotros, por una serie de argumentos que son bastante de peso. Vamos a analizarlo.
El primer motivo que nos hace decantarnos por el Taigo es que tiene una silueta de SUV coupé algo más atractiva, aunque esto va en cuestión de gustos de cada uno. Lo que sí es objetivo es que gracias a esa forma le permite ofrecer un maletero más grande ya que alcanza los 440 litros, por los 385 de un T-Cross.
También hay que tener en cuenta que esa caída del techo no repercutirá en el espacio interior que encontraremos en su habitáculo. Con el metro en la mano ambos ofrecen la misma cuota en altura, siendo holgado para que viajen en él dos adultos. La plaza del medio, por su parte, se ve algo penalizada por que el suelo está bastante elevado, algo habitual en los modelos que utilizan esta plataforma.
En lo que se refiere al puesto de mando, en el Taigo encontramos un toque más moderno ya que la climatización se configura a través de un mando táctil (son compartidas con el Polo), por las ruletas clásica del T-Cross. Porque del resto del conjunto como podría ser el volante o las dos pantallas disponibles, son compartidas entre ambos SUV alemanes.
Tras conducirle puedo afirmar que las diferencias en dinámica son mínimas, pero la mayor batalla que ofrece el Taigo le aporta una mejor pisada, algo que notaremos sobre todo en carretera. Además, con los mismos motores ha sido capaz de firmar mejores consumos homologados, otra de las ventajas que ofrece la silueta exterior.
Y el remate final para decantarse por el Taigo son sus actuales precios. Tomando como referencia el motor TSI de 116 CV y el acabado Más de esta unidad de pruebas cuesta 24.180 euros, cuando un T-Cross con una configuración igual en cuanto a propulsor y equipamiento cuesta 2.000 euros más.
Como extra seguramente estés pensando que también se le puede comparar con el T-Roc, al que ya analizamos no hace mucho en esta web y que mide 4 cm menos. Si bien es más caro, lo justifica con una anchura mayor en las plazas traseras, un poco más de maletero y una dinámica de conducción de un segmento superior. Por no hablar de motores más potentes.
Después de todos estos datos y de haberlo visto en vídeo, ¿vosotros os quedáis con el Taigo o preferís el T-Cross? Y si quieres saber más sobre nuestro protagonista te invito a leer la prueba completa que realizamos en esta Guía de Compra.
